La mayoría de la gente trata a su teléfono como prescindible por una buena razón: su esperanza de vida promedio es de 18 a 24 meses. A su vez, las últimas versiones del software no suelen estar disponibles después de este par de años. Por ejemplo, cuando el año pasado se
lanzó iOS 7, Apple solo extendió las actualizaciones hasta el iPhone 4. Así, los modelos 3G, que se vendieron de 2009 a 2012, pasaron a la categoría de dinosaurio.
Gracias a los incentivos de las compañías de teléfono y debido a los peligros propios de ser un objeto pequeño de uso constante (daños y extravíos varios),
muchas personas cambian de teléfono sin medir gastos ni las consecuencias para el medioambiente.
Pero prolongar la salud del teléfono más allá de los dos años no requiere de un posgrado en medicina. Existen estrategias simples que permiten que el celular lleve una vida saludable.
1. Mente despejadaTener varios gigas de memoria libres es una buena forma de mantener el sano y ágil funcionamiento de tu celular. Para eso, borrá las aplicaciones que no estés usando, así como las fotos y audios innecesarios. Lo mejor es respaldarlos en la nube.
2. Signos vitalesLa batería es un buen signo vital. En “Configuración” se puede ver qué la consume, ya que algunas
apps (como Facebook) estresan más al celular que otras. De todos modos, no cierres constantemente las aplicaciones, pues eso es aún más nocivo.
3. Mantenerse actualizadoAdemás de renovar el diseño y
solucionar problemas de seguridad, las actualizaciones de los sistemas operativos suelen mejorar la velocidad y hasta la batería de los teléfonos. Mantenete al día.
4. DescansarPrender y apagar cualquier máquina suele ser un método muy eficaz para solucionar muchos problemas de funcionamiento. Lo mismo sucede con los teléfonos, ya que libera memoria y mejora la performance.
5. Volver al principioUna medida extrema pero muy efectiva es resetear el teléfono y volverlo a la configuración de origen. Antes, asegurate de tener respaldada la información valiosa (fotos, música, aplicaciones pagas). Esta es también una buena oportunidad para no volver a guardar allí lo que no necesitás.
6. Anunciar la hora de muerteA veces, ningún esfuerzo puede salvar a tu celular. El aparato tuvo una buena vida, así que llorá su pérdida y descartalo. Eso sí: no lo tires a la basura. Llevalo a algún lugar de reciclaje tecnológico. Luego, preparate para disfrutar del período de enamoramiento con tu nuevo móvil.