Abro este Pícnic! para hablar de felicidad, que parece ser el tópico preferido en estos tiempos de incertidumbre, tal vez porque corremos tanto y tantas veces sin rumbo que, en el camino, nos olvidamos de ver, sentir, oler y tocar todo eso que nos hace felices. Tengo la teoría de que no hay que pensar tanto en la felicidad, sino abrazarla cuando llega y recordarla cuando falta. Pero el resto del mundo no parece estar muy de acuerdo conmigo; hay investigaciones gigantes, como la que acaba de finalizar en Harvard, que se centran en cómo son y qué hacen las personas que se definen como felices. Hay índices de países felices y hay cursos para aprender a ser feliz.
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