La Facultad de Humanidades (FHCE) inició un sumario contra un estudiante al que señalan como responsable de colocar carteles que decían "Te estamos mirando, sionista" en las paredes del recinto el pasado 14 de noviembre.
Según el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación (Cehce) de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU), los carteles estaban dirigidos a una estudiante que estaba preparando la sala para proyectar una película. Durante los preparativos, alguien "imprimió, colgó en carteleras y dejó en mesas del segundo piso al lado de donde se realizaría la actividad" varios carteles que decían: "Te estamos mirando, sionista".
"El Cehce denuncia la práctica sistemática de señalamiento, hostigamiento y amenaza que, usualmente a través de carteles que alojan una y otra vez las paredes de nuestra facultad, promueven la persecución y el acoso individualizado", denunciaron desde el centro de estudiantes, que advirtió que la seguridad de los compañeros "no está garantizada".
El decano de la facultad, Pablo Martinis, envió un comunicado a los estudiantes y trabajadores del centro en el que enfatizó "un profundo y empático rechazo ante cualquier práctica intimidatoria y amenazante" hacia cualquier miembro del centro educativo, e informó que dispuso una "investigación de urgencia" para aclarar la situación.
La investigación terminó con el sumario a un estudiante, que fue divisado colocando los carteles por las cámaras de videovigilancia de la facultad, y a quien ahora se le prohíbe el acceso a la facultad.
Sin embargo, la agrupación estudiantil 21 de Junio criticó en un comunicado la decisión de la universidad que afectó a uno de sus integrantes. Indicaron que el mensaje no tenía un sentido persecutorio ni discriminatorio, y agregaron que se debió al retiro de varios carteles que mostraban a una "niña palestina herida por la desgarradora violencia del genocidio israelí".
Según el gremio, el día en el que se colocaron los carteles las agrupaciones 21 de Junio e Íbero Gutiérrez realizaron la conferencia "No es guerra, ES GENOCIDIO (sic)", con la presencia de la embajadora de Palestina, Nadia Rasheed, para "denunciar un genocidio que tiene a la fecha más de siete mil niños palestinos muertos".
"El estudiante perseguido hoy por la manija del sionismo y los paniaguados de turno, a quien hoy se le prohíbe la entrada a su propia Facultad, fue uno de los compañeros que estuvo a cargo de la organización de dicha actividad gremial", detallaron desde el grupo.
Desde 21 de Junio denunciaron que antes del evento "sistemáticamente fueron arrancados los carteles que anunciaban la conferencia" con el objetivo de "ocultar y boicotear un acto para dar visibilidad a uno de los mayores crímenes en la historia contemporánea", hecho que denunciaron "sin que la institución tomara cartas en el asunto".
Según el gremio, el afiche denunciado por las autoridades "consistía en la foto de una niña palestina, herida por la desgarradora violencia del genocidio israelí, que mira fijamente a la cámara, transmitiendo su angustia y sufrimiento", junto a la frase "te estamos mirando, sionista".
"Sobre la mirada de esa niña, decía 'sionista te estamos mirando', apostando a que dejaran de arrancar la cartelería que convocaba a una charla de difusión de la situación de Palestina, ya que la institución no se hacía cargo de tal censura", continúa el comunicado.
Tras ello, indicaron que la decisión de la FHCE de investigar y sumariar al estudiante de su agrupación parece mostrar "una posición institucional favorable al sionismo", al que definen como "un modo de gobierno mediante la colonización de tierras ajenas y el sojuzgamiento y limpieza". Por esto, indicaron que su cartel contenía una crítica política y no religiosa.
"'Sionista te estamos mirando' hoy es una consigna política contra la censura a la libertad de expresión. La han convertido en eso los propios censuradores", expresó el grupo de alumnos de Humanidades.
"En cualquier ámbito, pero especialmente en el ámbito universitario, arrancar carteles, en particular carteles que invitan a informarse sobre un genocidio en curso, es algo profundamente ilegítimo. En caso de no compartir el contenido de los carteles arrancados, se debía haber pegado otros carteles, con los puntos de vista discordantes. En ningún momento, debían arrancarse los carteles que no gustaban y, luego, irse a denunciar al cecano que se les 'estaba amenazando'", sentenciaron desde el gremio.
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