En el testimonio ofrecido por uno de los vecinos de Soledad Ibáñez, la mujer que trágicamente perdió la vida tras recibir al menos 25 puñaladas a manos de su pareja en Merlo, se revelan detalles estremecedores sobre el momento del brutal ataque.
Según relata el testigo, se encontraba en el fondo de su casa cuando escuchó gritos desgarradores. Inicialmente, pensó que Soledad estaba clamando por ayuda debido a algún problema que afectaba a "Berta", la madre de la víctima. Movido por la preocupación, se aproximó a la reja y, entre gritos angustiados, preguntó qué sucedía.
Fue en ese instante cuando presenció la escena que heló su sangre. Soledad, visiblemente en apuros, intentaba articular palabras en busca de auxilio, pero el terror la dejaba sin voz. El testigo describe con estremecimiento cómo el agresor, desde la ventana, la sometía brutalmente. "Soledad estaba suplicando ayuda, pero las palabras no le salían. Luego vi cómo él la estrangulaba y me llamó. Me dijo: 'Vení, pasá, así te muestro cómo la mato'", relató el testigo con horror.
Ante semejante escena de violencia, el vecino no dudó en actuar. "Comencé a gritarle que la soltara, y entonces llegaron cinco vecinos más. Uno de ellos logró derribar la puerta con un palo e ingresó. Intentó forzar al agresor a soltar a Soledad, pero lamentablemente no pudimos hacer nada. Estaba fuera de sí, como poseído por una fuerza maligna", agregó con pesar.
El relato del vecino también destaca la incredulidad ante la trágica transformación del agresor. "Nunca habíamos tenido problemas con él", confesó. "Era un joven con el que solíamos compartir herramientas. Jamás habría imaginado que viviríamos una situación tan espantosa".
Este desgarrador femicidio sacudió a la comunidad de Merlo el pasado domingo. El escenario del horror fue una vivienda ubicada en la calle José Martí, donde Soledad recibió múltiples puñaladas, muchas de ellas por la espalda.
La detención del presunto culpable quedó registrada por el celular de uno de los agentes policiales. En un video de casi tres minutos, al que se tuvo acceso exclusivo, se puede apreciar al agresor momentos antes de ser arrestado, junto al cuerpo inerte de la víctima y con un cuchillo ensangrentado aún en su mano derecha.
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