La mesa Pong sale a lo grande

Todo aquel que se acercó al stand de Table Pong Project en la CES 2018 "no podía evitar la cara de sorpresa y la sonrisa". Así relató Daniel Perdomo, uno de los integrantes del equipo sobre la experiencia de participar en la máxima feria de tecnología que se realizó este mes en Las Vegas, Estados Unidos.

Table Pong Project es uno de los proyectos uruguayos de mayor éxito en Kickstarter: en un mes recaudó US$ 335.442, más de la meta inicial, gracias a 322 patrocinadores que tampoco pudieron evitar sonreír al ver la propuesta: una versión mecánica del juego clásico Pong, de Atari, integrado en una mesa; una idea que nació de un "hobby" y que recientemente fue vista por el público que asistió a un verdadero show tecnológico. "No nos imaginábamos llegar a ser partícipes de algo como esto", dijo a Cromo.

Luego de la campaña en Kickstarter, el equipo obtuvo una licencia de Atari y estableció una alianza para la manufactura y distribución a nivel global del producto. En el último año, el prototipo de la mesa de Pong fue "refinado" y ya está listo para su producción.

Aquí no hay software digital; el juego se recrea con motores, rieles, poleas e imanes. En un inicio, la mesa original usaba imanes y barras de metal para el movimiento de las piezas del juego y la puntuación se llevaba a cabo utilizando controles Arduino y pantallas LED simples. Con el tiempo, la mesa se fue sofisticando en tecnología con conexión Bluetooth y toma de carga USB, entre otras características.

"Probamos varias configuraciones de imanes y materiales de cancha para mejorar la performance de movimiento para darle más velocidad al juego sin que la pelota y las paletas se 'despeguen' de los imanes de abajo. Creo que fue lo más complejo porque es un equilibrio fino entre fuerza magnética, fricción y distancia entre los imanes", explicó Perdomo.

Hay que recordar que la mecánica de este juego de 1972 era simple: en cada extremo de la pantalla, una paleta se mueve de forma vertical, controlada por un jugador, mientras en el medio, una pelota blanca rebota de un lado al otro. El objetivo era que los jugadores alcanzaran 11 puntos antes que su oponente. En la mesa, las paletas y la bola son reales; no son representaciones pixeladas. Pero igualmente tiene tres velocidades: fácil, normal y experto.

"Cuando decidimos dar el paso de convertir un hobby en un negocio global no sabíamos la magnitud de lo que implica toda la cadena de un producto desde el concepto, manufactura, certificaciones, patentes, distribución, marketing, garantías, asesoría legal, la lista es interminable", contó Perdomo.

El trabajo duro dio sus frutos y este mes comienza la fabricación de las primeras unidades de serie que serán entregadas a los patrocinadores entre marzo y abril. Perdomo señaló que luego comenzarán a entregarse a los distribuidores. Y habrá más.

"Estamos desarrollando otras versiones de Pong en diferentes formatos y tenemos proyectados otros productos dentro del mismo rubro pero ya fuera de ese juego", apuntó. Lo que se viene también combinan arte, entretenimiento y tecnología.

Cada mesa de Pong costará unos US$ 2.800 y muchos nostálgicos están de acuerdo en que la inversión vale la pena.