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Claves para ayudar a un moviladicto

Cada vez es más común ver a adolescentes revisando su celular cada pocos minutos. Mensajes y publicaciones son los elementos que alimentan su desmedida atracción hacia estos dispositivos y los envuelven en una "neblina digital"dependencia de los celulares; ¿cómo ayudarlos?
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17 de marzo de 2018 a las 05:00
Dos de cada tres uruguayos admiten ser bastante a totalmente adictos a su smartphone y casi la mitad de la población utiliza su móvil cada 15 minutos. ¿Estamos frente a una generación de adictos? Si es así, ¿hay formas de paliar la "epidemia"?

Hace pocas semanas se presentó Hold, una aplicación que ayuda a los usuarios, especialmente los jóvenes, a controlar su dependencia a los celulares, regalándoles productos y servicios si no utilizan su celular. Las mentes detrás de esta herramienta son estudiantes de Noruega, quienes tenían una gran dificultad para prestar atención en clase.

"Es la alta dependencia que tiene una persona a sustancias, actividades, objetos o, en este caso, la tecnología". Así definió la adicción Roberto Balaguer, psicólogo especialista en nativos digitales. El autor del libro Hiperconectados. Guía para la educación de los nativos digitales reconoció que esta adicción "no está circunscripta solamente a jóvenes sino que cada vez más se va distribuyendo bastante equitativamente en las edades". Sin embargo, admitió que los jóvenes tienen una mayor tendencia a la adicción a estos dispositivos debido a su "contenido social".

La adolescencia es un período de definición de la identidad en el que el joven tiene una gran sed de conocimiento de su entorno social para integrarse exitosamente a él. "A través de los celulares logran saber qué es lo que se usa, qué es lo que se escucha, qué es lo que se piensa, qué ídolos se admiran", dijo Balaguer a Cromo. Es el medio a través del cual el joven buscará la mayor información posible para adaptarse al grupo social al que busca pertenecer.

Pero su incorporación en clase es polémica y la complejidad de esta nueva adicción da pie a la opinión de diversos expertos en el tema.

Cómo identificar un moviladicto

WhatsApp, Twitter, Snapchat, Instagram y Facebook se podrían comparar con los anteojos a los que necesita recurrir el adolescente para comprender las tendencias que rodean a sus pares. Como todo en las redes, estas se muestran como ideales, motivo por el cual el joven deseará ser como los demás.
"Las nuevas tecnologías representan para los jóvenes una posibilidad de perderse en un mundo de fantasía para huir de la rutina cotidiana", dijo Pablo Rossi, director de la Fundación Manantiales, especialista en tratamiento de adicciones, entre ellas las que son producto de la tecnología.

Una característica típica de un "moviladicto" es que tiene su rostro constantemente iluminado por la luz de la pantalla. El efecto recibe el nombre de "neblina digital". Es aquella "sensación de que han visto mucha cosa pero en verdad no les queda nada claro qué es lo que han estado viendo", explicó Balaguer. Y añadió: "Están completamente descentrados de sí mismos y permanentemente pensando en los otros y, por ende, con poca capacidad para conectarse con su propias cosas y necesidades y las personas más significativas emocionalmente".

El psicólogo hizo una comparación entre las redes sociales y la vida exterior que el adolescente anhela vivir: "Los celulares te traen la vereda hacia adentro. Por lo tanto, en vez de vos salir, la vereda viene a ti". Si se identifica con este tipo de personas o conoce a alguien con este comportamiento, no se estrese. Existen soluciones.

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Qué hacer

Lejos de prohibir o castigar a los jóvenes que usan el celular en el hogar, Balaguer planteó otro tipo de solución: fortalecer los vínculos con las personas más cercanas. "Más que desconectarse para conectar, hay que tratar de conectarse bien con los otros para que la conexión hacia afuera pierda sentido", afirmó.

En su opinión, el reto para las familias es lograr la implementación de momentos de desconexión. "Se debe buscar que el espacio de intercambio de conexión en la casa sea más valioso y más nutritivo emocionalmente que Twitter o Instagram", afirmó.

Aunque parezca una situación poco manejable, los padres no están solos en esta tarea. En los últimos meses se han creado aplicaciones que ayudan a los usuarios a disminuir el tiempo que dedican a sus celulares (ver Apps para moviladictos).

Un ejemplo de estas es Hold. Diseñada el pasado febrero, da beneficios a los jóvenes que menos utilizan su móvil. "Con esta aplicación queremos premiar a los usuarios en lugar de castigarlos", dijo Maths Mathisen, gerente de Hold.

En la plataforma, los usuarios pueden acumular puntos por cada 20 minutos que no tocan su smartphone. Las horas de sueño no suman, pues solo se cuenta entre las 7 y las 23 horas. Una vez que el usuario llega a una cantidad determinada de puntos, puede cambiarlos por productos o servicios. Estos puntos no solo apuntan a recompensar a quienes juegan sino que Hold también ofrece la opción de donar libros a escuelas que trabajan con Unicef.

A pesar de que regular el uso del celular a través del propio celular parezca paradójico, Balaguer defiende este tipo de recursos digitales. "Ayudan a tomar conciencia de que el tiempo es finito, de que el tiempo que pasás en una aplicación también te está quitando tiempo de hacer otras cosas", apuntó. Este tipo de control externo deja en evidencia la diferencia de la percepción del tiempo con y sin el uso del celular, ya que, frente al móvil, aparenta ser infinito.

Presente en clase

El uso del celular no solo es un tema que desestabiliza el hogar, sino que también llama la atención a nivel académico, pues su presencia en clase es un tema con el que están lidiando los profesores hoy en día. Hold es en sí misma la creación de tres estudiantes universitarios.

Según un estudio que publicó en 2017 la Universidad de Texas, simplemente echarle un vistazo al smartphone puede reducir la productividad, reducir la velocidad de respuestas y el rendimiento escolar.

Isabel Jauregui, consejera de Secundaria, tiene una imagen optimista sobre el uso de los celulares en clase. En entrevista con Cromo, confesó que "no hay que tenerles pánico a los celulares". La exdirectora del IAVA dio a entender que todo depende del tipo de uso que se le dé. "El celular puede ser una excelente herramienta pedagógica o una distracción", manifestó Jauregui. "No pueden ser objetos desterrados para siempre, pero no pueden ser objetos presentes para siempre", expresó.

Su postura integradora de los móviles en el aula no parece ser apoyada por todos los profesores, pues algunos no logran marcar los límites necesarios para regular la actitud de sus alumnos.
El Codicen todavía no ha logrado ningún acuerdo sobre este tema, lo que a Jauregui le llama la atención debido a la gran repercusión de los móviles en las aulas. "Sacar resoluciones genéricas sería atentatorio contra la libertad de cátedra", expresó y dijo que "es muy difícil crear consensos en las instituciones".

Familia niños adolescentes tecnología
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Medidas


Desactivar todas (o casi todas) las notificaciones: Para esto solo hay que ir al menú de "Configuración" o "Ajustes" y luego a "Notificaciones".

Usar la escala de grises en la pantalla: En Android, hay que ir a Ajustes / Acerca del teléfono / Número de compilación. Pulsar hasta que se active "Opciones de desarrollador". Allí seleccionar "Simular espacio de color". En iOS, ingresar a Configuración / General / Accesibilidad / Función rápida accesibilidad y allí presionar "Filtro de colores". Una vez hecho esto, si se presiona tres veces el botón de inicio, se verá la pantalla en tonalidad gris.

Limitar los accesos directos: Dejar a la vista solo las app más necesarias y dejar el resto agrupadas en carpetas.

Borrar las redes sociales: Es un paso radical pero podría ser el más efectivo.

Transmisor de diversion

La dopamina es el neurotransmisor (transmite información de una neurona a otra) que está asociado con distintos procesos cerebrales, como el de expectativa y recompensa. Estos se asemejan a lo que siente un joven cada vez que su móvil vibra porque tiene un nuevo mensaje, un nuevo like o una nueva notificación.

La dopamina se encarga de estimular el instinto natural del hombre de buscar y consumir estímulos nuevos y también se comunica directamente con sus centros del placer, dando el sentimiento de satisfacción, de forma que reduce la necesidad de buscar.

"Las compañías de tecnología comprenden lo que causa la dopamina en el cerebro y lanzan productos con tecnologías secuestradoras que nos atraen y crean circuitos de fuerza", publicó el New York Times . "La dopamina nos hace perder fuerza de voluntad", dijo Wolfram Schultz, profesor de neurociencia en la Universidad de Cambridge. Y añadió: "La evolución no ha preparado nuestros cerebros para estas drogas, por lo que nos abruman y alteran".

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