Los agentes de la Policía de la ciudad china de Zhengzhou comenzaron a utilizar unos lentes con reconocimiento facial para arrestar a delincuentes. En una semana, ya han conseguido atrapar a 10 prófugos de la Justicia.
Las gafas llevan incorporadas una pequeña cámara que está conectada a la base de datos de la Policía, para tratar de identificar a cualquier posible sospechoso en un tiempo medio de tres segundos. La cámara está en el ojo derecho y, a su lado, la lente ocular que se encarga de procesar la información: el policía puede saber el nombre, edad, lugar de nacimiento y antecedentes de una persona determinada.
El lugar de pruebas ha sido la Estación Ferroviaria de Zhengzhou. Ahí ya han atrapado a delincuentes que tenían cargos abiertos con la trata de personas o que se habían fugado después de provocar un accidente de tránsito.
Según informa el diario español El Confidencial, estos lentes inteligentes están conectados a una tableta en la que se puede consultar más información sobre un sospechoso en tiempo real.
El gobierno chino tiene el objetivo de implementar una macrobase de datos para monitorear a sus 1.300 millones de habitantes y reconocer a cada uno en menos de tres segundos.
No obstante, la tecnología es criticada con los argumentos de que atenta contra la privacidad y el derecho a la intimidad de las personas.
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