Hoy, los paisajes vírgenes casi no existen en ninguna parte del mundo por culpa de las sociedades que habitaron la Tierra hace miles de años, según un estudio realizado en conjunto por la Universidad de Oxford de Reino Unido e investigadores de Alemania, Australia y Estados Unidos
Como publica el sitio
Europapress, el estudio sobre datos arqueológicos fue publicado por la Academia Nacional de Ciencias de EEUU. Ofrece detalles de cómo se formaron los paisajes del planeta por la actividad humana repetida durante muchos años. A partir de este trabajo, se deduce que la influencia humana ha sido importante en cuanto a la distribución de las especies en los distintos continentes y en las islas ocupadas en la
Tierra.
A su vez, el documento, que se apoya en bases de datos de ADN antiguo, isótopos estables y microfósiles, sostiene que las sociedades anteriores a la revolución industrial -contrario a la opinión mayoritaria- también tuvieron efecto en el
medio ambiente.
Por lo tanto, las especies que se mantienen vivas en la actualidad, como plantas, árboles y animales, son las que se vieron favorecidas por aquellas antiguas sociedades, y las extinciones de algunos seres vivos se vienen provocando hace miles de años debido a la caza.
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Lo que pretende reflejar el estudio es que se debe ser más conscientes en cuanto a los esfuerzos para la conservación en lugar de procurar "estados 'naturales' imposibles".
El documento identifica cuatro fases fundamentales por las que el individuo le fue dando forma al mundo de hoy a partir de sus influencias en los ecosistemas naturales: la expansión global humana durante el Pleistoceno tardío, la propagación de la agricultura neolítica, la era de los seres humanos colonizadores de islas y la aparición temprana de las sociedades urbanizadas y el comercio.
La
investigación se basa en evidencia fósil, que muestra que el Homo sapiens estaba presente en África hace 195.000 años y que la especie se dispersó por Eurasia, Australia y las Américas. Este aumento de la población humana en el mundo está relacionado con la extinción de algunas especies, a las que había que salir a buscar en otros lugares para poder sobrevivir.
A esos lugares a los que llegaban las poblaciones para instalarse, los transformaban de acuerdo a sus necesidades. Por ejemplo, en Oriente Medio, el 85% de los bosques y lugares adecuados para agricultura, los convirtieron -según el estudio- en cultivos de oliva, uva e higo hace 3.000 años.