No fue el primer juego de disparos en primera persona. La propia empresa desarrolladora
ID Software había probado antes con el mismo formato con
Hovertank 3D y
Catacomb 3D: The Descent. Tampoco fue el último con éxito de la compañía, ya que fue seguido por dos
first person shooter tan legendarios como él:
Doom y
Quake. Sin embargo,
Wolfenstein 3D (o
Wolf 3D como se lo llamó para abreviar) consolidó este estilo de juegos para PC en 1992 y se transformó en una franquicia que a fin de año alcanzará la media docena de títulos.
El protagonista de aquella historia era el espía William “BJ” Blazkowicz y el propio juego lo presentaba así: “Eres el muchacho malo de los Aliados (durante la segunda guerra mundial), un experto en espionaje y buscador de acción suicida. Tu misión es infiltrarte en la fortaleza nazi Hollehammer y encontrar los documentos de la Operación Eisenfaust, el proyecto nazi para construir el ejército perfecto. Los rumores dicen que, en las entrañas del castillo, el diabólico doctor Schabbs ha perfeccionado una técnica para construir una tropa feroz con los cuerpos de los muertos. Suena tan alejado de la realidad que podría parecer tonto si no fuese tan enfermizo. Pero, ¿y si fuera cierto?”.
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En esa primera entrega, considerada padre de los juegos de disparos en primera persona, las cosas no empezaban bien para BJ. Despertaba encerrado en un calabozo por motivos que no eran develados al usuario. Pero el protagonista pronto conseguía una pistola Lüger, un cuchillo, algunas municiones y la aventura comenzaba.
A lo largo de 10 niveles (todos con su respectivo jefe final a liquidar) el jugador guiaba a BJ buscando no solo una salida, sino completar la misión por la que había llegado a ese lugar.
Wolf 3D era sencillamente desquiciante, ya que perdía al jugador en un laberinto de callejones idénticos, donde el resultado era invariablemente el mismo: una puntada de dolor en la frente, entre los parietales, y la sensación incómoda del peor mareo. Aun así (o por eso mismo), el juego era adictivo por completo.
El éxito del
Wolf 3D fue arrollador, al punto que disparó de inmediato una secuela,
Spear of Destiny, lanzada al año siguiente, donde se podía jugar en tres escenarios distintos.
Pero no todo fue un camino de rosas. En 1994, el juego y la secuela fueron prohibidos en Alemania por su uso de iconografía nazi. De hecho, en el título original el propio Adolf Hitler era el villano de la pelea final y la banda sonora en ambas entregas era la canción de Horst Wessel, es decir, el himno del partido nazi.
Cambio de era
Su salto a la modernidad fue en 2001. La edición de
Return to Castle Wolfenstein no tenía demasiadas variaciones en lo argumental con el primer juego, ya que nuevamente BJ iba de misión, era capturado y tenía que abrirse paso. Pero, en lo formal, el título contó con varios avances, como utilizar la tecnología del Quake III Arena y agregar la condición multijugador a las variables.
En 2003 llegó
Wolfenstein: Enemy Territory, originalmente pensado como continuación de
Return…, pero que luego fue lanzado de manera independiente. En esta oportunidad no tenía historia y por primera vez no era BJ su protagonista, sino que se componía por escenarios ambientados en la segunda guerra mundial, puestos para brindar contexto a batallas entre varios jugadores. A pesar de la buena aceptación del público, es considerado el menos logrado dentro de la saga.
En 2009 y bajo el nombre de
Wolfenstein a secas, se volvió a poner al jugador en la piel de BJ. En este caso, durante una misión el espía conseguía un extraño amuleto, el “medallón de Thule”, que usaba para enfrentarse a unos nazis ocultistas que buscaban (una vez más) generar un ejército de supersoldados. El medallón en cuestión daba ciertos poderes a BJ, lo que le permitía sentirse lo más cercano posible a un superhéroe. Ya incorporado como variable fija, el juego tenía su faceta multijugador a disposición.
La ucronía en Wolf 3D
En 2014 llegará
Wolfenstein: The New Order. La historia ahora se trata de una ucronía, ya que se ambienta en 1960, pero en una línea del tiempo alternativa donde la segunda guerra mundial fue ganada por el Eje.
Luego de los sucesos acontecidos en Wolfenstein, BJ pasó los últimos 14 años encerrado en un psiquiátrico, en estado vegetativo. Con 49 años y no tan en forma, el espía estadounidense despierta y protagoniza una misión suicida de contraataque, con el objetivo de salvar de los nazis al mundo.
El juego, que ya se puede reservar a US$ 59,99 en tiendas estadounidenses, estará disponible para PC, PlayStation 3 y 4, y Xbox 360 y One. Además, esta nueva secuela prescindirá de la posibilidad multijugador para centrarse en la condición de
first person shooter, una decisión que hace honor a uno de los primeros y más recordados títulos del género.