Uruguayos en Marte

El astronauta está agazapado sobre una plataforma. Casi que se lo puede ver cómo toma impulso. Salta y la gravedad lo ayuda a impulsarse más de lo que ocurriría aquí en la Tierra. Cuenta con propulsores direccionales que lo ayudarán a llegar a la siguiente plataforma y aterrizar suavemente sobre ella. Pero cuidado, el combustible es escaso y un mal movimiento, un mal cálculo, y todo está perdido.

Así de sencilla –y atrapante– es la premisa de Mars:Mars, el nuevo juego de Pomelo Games.

Los creadores del imprescindible Bullet Boy regresan al arcade exploratorio apenas un año después de irrumpir ruidosamente en la industria de los videojuegos con aquel niño con brillante casco que se disparaba a sí mismo entre cañones. Mars:Mars surge luego de un proceso de siete meses de trabajo y está disponible para iOS y Android.

Cromo conversó con Federico Romero, de Pomelo Games.

Honestamente nunca me había puesto a pensar en esa coincidencia de género entre los juegos. No fue algo que planeáramos; no nos consideramos una empresa que hace juegos de ciencia ficción. Supongo que ambos juegos tienen temáticas fantaseosas por como es nuestro proceso de desarrollo de juegos. Generalmente pensamos los juegos primero desde la mecánica del mismo y luego desarrollamos un entorno que sirva como soporte narrativo. La ciencia ficción probablemente sirva como justificación para muchas temáticas.

En muchos aspectos se puede considerar que Bullet Boy y Mars: Mars están relacionados. La idea fue tomar lo que aprendimos con Bullet Boy y volcarlo a un nuevo juego que podíamos hacer en seis meses en lugar de 2 años y medio. Ambos se basan en una mecánica arcade simple, tienen mecanismos de monetización similares y siguen una línea estética parecida.

Cuando desarrollamos Mars: Mars no lo hicimos para un público específico. Queríamos que fuera un juego accesible para la mayor cantidad de gente posible. Creo que hay distintos aspectos del juego que atraen a distinto público porque hemos visto en conferencias que los niños se cuelgan bastante a jugar pero también hemos recibido emails de adultos mayores enganchados con el juego. Dicho esto, me parece que probablemente el juego sea más popular entre niños que cualquier otra franja etaria.

En este momento estamos manteniendo Mars: Mars, generando contenido nuevo y haciendo arreglos. Pronto vamos a comenzar con nuestro siguiente juego aunque todavía no tenemos claro de qué será. Por suerte a Mars: Mars le va lo suficientemente bien como para hacer otro juego, quizás un poco más grande. Por ahora no está en nuestro planes hacer una secuela de Bullet Boy.

Me parece que la industria de videojuegos en Uruguay está en un lugar interesante, con posibilidades de crecer y de proyectarse al exterior. Hay empresas exitosas como Ironhide, otras empresas como la nuestra que se están consolidando y también hay muchas empresas nuevas, de gente más joven, que están arrancando. Hay un ambiente favorable para la formación de empresas nuevas en el sector. El Estado está apoyando a través de concursos, hay incubadoras como Ingenio, institutos para aprender como la licenciatura en animación y videojuegos de la ORT o la carrera de desarrollo de videojuegos en la escuela A+ y una comunidad que está creciendo con la que nuevos desarrolladores se pueden contactar. Está todo dado para que la industria de videojuegos en Uruguay siga creciendo.