Las estructuras de yeso y fibra de vidrio que recubren una extremidad con un hueso quebrado pueden ser divertidos al principio, cuando los amigos y familiares escriben y dibujan sobre él y todos preguntas a cerca de qué heroica hazaña te condujo a la desgracia. Pero la diversión no dura mucho. Pronto se convierte en una olorosa molestia que produce picazón, que pesa y que se ensucia.
Cuando Jake Evil se quebró la mano se encontró con esa situación durante varios meses, explica la revista
Wired. Fue entonces que el neozelandés, recién graduado de la Universidad de Wellington, decidió que si el mercado ni la medicina le ofrecían una alternativa, la haría él.
Así nació
Cortex, un primer prototipo de una estructura que se
imprime en 3D luego de escanear la extremidad fracturada. Si bien el material no está definido todavía, la primera prueba dio lugar a un soporte de plástico de nylon que recorre el contorno del brazo, mide unos 3 milímetros de espesor (un poco más sobre el lugar exacto donde se halla la fractura, para mayor protección) y pesa unos 500 gramos.
Además su estructura es similar a una rejilla, que se inspiran en las diminutas estructuras que existen en la estructura interna del hueso. Además de liviano, el material se puede lavar y los espacios permiten que entre el aire.
Hasta el momento, el proyecto sigue siendo un concepto, si bien Evil aseguró que ya está en contacto con posibles socios médicos y fabricantes para comenzar a manufacturar el invento. Por ahora, para escanear la parte del cuerpo lesionada el joven utiliza un Xbox Kinect alterado, que debe rotar alrededor del brazo o pierna para que lo "lea".
"Estoy en una búsqueda activa de socios para trabajar para hacer (Cortex) realidad", dijo Evil, convencido de que en un futuro quebrarse será un poco menos molesto de lo que es ahora.