Divertido, ecológico y tal vez demasiado atrevido para la sociedad francesa es el proyecto de la firma
Atelier Zündel Cristea: un puente inflable para cruzar el río Sena, en París.
Se trata de una construcción que es una suerte de trampolín, pensada para unir las dos márgenes del río y ofrecer a los transeúntes una manera inédita de pasar de un lado a otro.
El proyecto describe un puente conformado por tres trampolines, con un diámetro de 30 metros y rodeado de boyas. Como sistema de seguridad, estas se encontrarían a un metro y medio de alto (para evitar caídas al agua), al tiempo que habría carriles especiales para los guardias entre los trampolines.
Uno de los argumentos de esta construcción casi utópica reside en la ecología. Según explicaron los miembros del trabajo a la revista
Fast Co. Design, un puente inflable requiere una construcción mímina y tendría un impacto prácticamente nulo para el medio ambiente.
Pero, además de "verde", una construcción de este tipo buscaría ser una bocanada de aire fresco en una ciudad "tan estresante como lo es la capital francesa".