Diez años de investigaciones en Brasil dieron como resultado un producto del tamaño de la punta de un lápiz capaz de mejorar la visión y evitar la ceguera. Se trata de un implante intraocular compuesto por un elemento biodegradable y una medicina conocida como dexametasona que se ha mostrado eficaz en el tratamiento de este tipo de enfermedades, según informó la Universidad de San Pablo (USP), organización que apoya el estudio.
Implantado dentro del ojo, la innovación libera gradualmente la medicina, lo que garantiza que el fármaco se disuelva en el ojo durante un período de seis meses sin necesidad del uso diario de colirios.
Una vez aprobado, el tratamiento podrá beneficiar a varios pacientes con enfermedades de retina, que afectan a los más mayores, de entre 50 y 70 años", dijo Jorge
El implante fue probado con éxito en diez pacientes que participaron en el estudio clínico en el
Hospital de las Clínicas de Riberão Preto, en San Pablo.
Los resultados mostraron que la innovación desarrollada en la USP actúa en enfermedades vasculares de la retina que llevan a la reducción de la visión y, en casos más avanzados, a la ceguera, informó la universidad en un comunicado.
La técnica fue desarrollada por un equipo comandado por el oftalmólogo Rubens Siqueira especialmente para tratar el edema de mácula, una inflamación en el área central de la retina provocada por una oclusión vascular, pero puede beneficiar a portadores de otras enfermedades de retina, como la retinopatía diabética, la degeneración macular y la uveítis.
Próximo paso
Los investigadores iniciarán probablemente en enero una segunda fase del estudio en el que probarán el implante en 50 pacientes.
El investigador Rodrigo Jorge, uno de los responsables por el tratamiento, afirmó en un comunicado que, "una vez aprobado, el tratamiento podrá beneficiar a varios pacientes con enfermedades de retina, que afectan a los más mayores, de entre 50 y 70 años". El profesor añadió que "estas enfermedades afectan actualmente a cerca de 30 millones de personas en Brasil".
Los resultados del estudio fueron presentados este año durante el Congreso Internacional de la
Sociedad Americana de Especialistas en Retina, que se celebró en Toronto, Canadá.