Científicos de la Universidad de Washington (EEUU) han logrado que una persona adivine lo que está en la mente de la otra. ¿Telepatía? Un paso más allá: una conexión directa de cerebro a cerebro, usando neuroestímulos y neuroimágenes y software.
En el experimento participaron 10 hombres y mujeres de entre 19 y 39 años, divididos en cinco parejas, que fueron sometidos a un juego. El primer miembro de la pareja, el "respondedor", tuvo que elegir una imagen de un objeto entre varios. Por ejemplo, un perro. A 1,5 kilómetros de distancia se encontraba su compañero, el "inquisidor", que formuló una serie de preguntas, a las que se podía contestar "sí" o "no"; por ejemplo, ¿puede volar?
El inquisidor enviaba una pregunta a la computadora del respondedor que tenía dos segundos para verla y uno para contestar, mirando hacia dos luces etiquetadas con las respuestas posibles. Como cada opción provocaba diferentes tipos de actividad neuronal, sus ondas cerebrales eran detectadas por un electroencefalógrafo y la respuesta se enviaba como señal vía internet.
El margen de aciertos se situó en el 72%, considerado por los autores del estudio como un éxito.
"Creo que es el estudio de interconexión cerebral más complejo que se ha realizado hasta la fecha en seres humanos. Se sirve de experiencias conscientes a través de señales que se experimentan visualmente y requiere de dos personas colaborando", comentó la psicóloga Andrea Stocco, quien participó hace unos años en un experimento que consiguió que un voluntario moviera el brazo de otra persona a distancia.
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