En 1986, el licenciado en Letras de la Universidad de Waseda (de Japón) Yūji Horii presentaba, bajo el auspicio de Enix, el que sería el primer juego de una extensísima saga:
Dragon Quest. No lo hacía solo. Se acompañaba nada menos que de artistas de la talla de Akira Toriyama –si, el creador de
Dragonball Z– en los diseños y de Koichi Sugiyama –responsable de la banda sonora de varias entregas de
Godzilla– en la música. El juego pretendía sentar las bases del
Role Playing Game en Japón, al tiempo que era pionero en poner por encima de todo el argumento, su complejidad y coherencia.
El resultado fue un éxito rotundo. Treinta años después,
Dragon Quest se ha vuelto parte de la cultura japonesa general al punto que muchas de las expresiones y conceptos del juego son aplicados en diálogos cotidianos. Inclusive, en Tokio hay un bar donde sirven comida inspirada en el videojuego, además de ser punto de reunión para los fanáticos.
La historia de un héroe
En apenas nueve años salieron seis entregas, todas sobre la misma historia: un héroe defiende nuestro mundo de un mal tremendo que lo acecha. Para ello recluta todo tipo de colaboradores y aprende estrategias de combate. La saga se basa en los enfrentamientos aleatorios por turnos y en la mezcla de localizaciones para relacionarse con los personajes no jugadores a medida que el protagonista se abastece de ítems y recorre las mazmorras y extensos mapas con gran cantidad de enemigos.
La trama no engloba entonces, demasiada variedad, pero si una profundidad argumental a la hora de recrear un mundo coherente, con sus reglas y valores.
A contrapelo de lo que se acostumbra en los juegos actuales, la saga
Dragon Quest siempre se ha distinguido por su alto grado de dificultad –lo que sorprende muchísimo a aquellos que se suman a la saga por primera vez en algún juego más nuevo y lo encuentran resistente–, así como por mantener a lo largo de sus muchas entregas una misma presentación y apariencia (no en vano, siempre figuran acreditados Horii, Toriyama y Sugiyama).
Más que un videojuego
El fenómeno cultural
Dragon Quest ha escapado a los márgenes del videojuego. La saga principal consta de 11
juegos y a partir de este año se le sumó una franquicia paralela (también de 11 juegos); además, el concepto
Dragon Quest ha llegado a otros medios y otros formatos. El propio Akira Toriyama supervisó la creación de un manga sobre el juego –que duró desde 1989 a 1996, publicado junto a la legendaria revista Shonen Jump– y no tardaron en llegar también los animé sobre el juego:
Dragon Quest ha tenido seis encarnaciones animadas, muchas de las cuales adaptan literalmente el juego.
Confirmado por el mismísimo Yūji Horii en agosto de este año,
Dragon Quest XI contará con algunas novedades. Como es costumbre, el universo crecerá exponencialmente y se desarrollaron nuevos escenarios, mapas y detalles. Además, se implementará un nuevo sistema de guardado, mediante el uso en juego de un hechizo (el
Spell of Resonation).
Horii confirmó además que esta onceava entrega tendrá mucho de homenaje a la que 30 años atrás dio comienzo a todo, ya que se trata de un juego muy consciente del aniversario. No son solo los 30 años de vida, sino también el éxito que ha logrado en el camino. La saga lleva más de 57 millones de unidades vendidas en todo el mundo, siendo la novena entrega para
Nintendo DS la más vendida de todas en Japón con más de 4,5 millones de unidades colocadas.
Tanto en Europa como en Estados Unidos la versión más exitosa a nivel comercial ha sido
Dragon Quest VIII para
Playstation 2.
El lanzamiento oficial de
Dragon Quest XI se hará este año para la nueva consola Nintendo NX, la que llegará al mercado durante 2017 por un precio aproximada de US$ 299.