Un extenso reservorio de rocas ígneas, parcialmente derretidas ha sido descubierto bajo la superficie del famoso
parque nacional de Yellowstone en el norte de Estados Unidos, pero investigadores negaron un mayor riesgo de
erupción volcánica.
El reservorio yace de 19 a 45 kilómetros bajo el supervolcán Yellowstone y es de más de cuatro veces mayor que la cámara de magma que se sabía que existe.
"Por primera vez tenemos una imagen del sistema volcánico subterráneo de Yellowstone", dijo el coautor del estudio,
Hsin-Hua Huang, investigador de posdoctorado en geología y geofísica de la universidad de Utah.
Los expertos consideran que existe una posibilidad anual en 700.000 de erupción volcánica en el parque, que se extiende por los estados norteños de Wyoming, Idaho y Montana, en el mediooeste de Estados Unidos.
La última erupción del
supervolcán se produjo hace 640.000 años.
"La cámara de magma y el reservorio no se extienden, es que ahora podemos verlos mejor, usando nueva tecnología", dijo el
coautor de la investigación, Jamie Farrell, también investigador posdoctorado de Utah.
¿Cómo se mide una cámara subterránea a esas profundidades? Con terremotos. El equipo de geofísicos analizó datos de 4.520 pequeños seismos locales, así como de 329 temblores distantes de mayor magnitud. La velocidad a la que circulan las ondas de un terremoto varía en función de la composición y la temperatura de la zona.
Yellowstone es un 8 en el
Índice de Explosividad de Volcanes, una medida estimativa de la fuerza con la que un volcán puede explotar. El Monte Santa Elena (EEUU), cuya erupción en 1980 barrió 388 kilómetros cuadrados de bosque y mató a 57 personas era un 4. Un 8 como el de Yellowstone es 10.000 veces más potente.
La buena noticia es que Yellowstone está dormido.