Quizás resulte un experimento caro, pero si sale bien, Zadesky podrá incluir en su currículo que reinventó el automóvil.
“El próximo producto de Apple podría ser un
auto eléctrico. O podría tratarse solo de un experimento excesivamente caro”, tuiteó
Will Oremus, periodista tecnológico de
Slate hace unos días cuando se conoció que Steve Zadesky, antiguo ingeniero de Ford, lidera el misterioso
proyecto denominado “Titán”.
Pero Zadesky no es nuevo en Cupertino. No solo supervisó la creación del iPod y del iPhone, sino que algunas de las patentes relacionadas con estos dispositivos están registradas a su nombre. “He tenido la suerte de ayudar a construir y liderar los equipos para el primer iPod, el primer iPhone y los modelos siguientes, así como para cientos de accesorios de la marca Apple”, escribió
en su perfil en la red laboral Linkedin.
Es tal la confianza que Tim Cook y el resto de los ejecutivos de Apple parecen tener en Zadesky –graduado de Berkeley y Stanford– que fue el único signatario de Apple en un contrato de 2010 con LiquidMetal, un desarrollador de un material metálico moldeable como el plástico. Y son tantas las expectativas depositadas en él que se le ha dado permiso para armar un equipo de 1.000 personas para trabajar
en el eventual iCar en una instalación secreta cerca de la sede central de Apple.
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