La robótica no es cuestión de edades o formación, ni siquiera de acceso a la tecnología. Así lo demostró una
nueva edición de Sumo.uy, las jornadas de competencia de robots que organiza todos los años la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.
Unos 300 competidores de todas partes del país y otros 1.000 espectadores participaron desde el lunes hasta este viernes en lo que son el XI Campeonato de Sumo Robótica y el VI Concurso de Robótica. Se trata de las tradicionales luchas y demostraciones de robots, junto con talleres, charlas y exposiciones. También en simultáneo se organizó la XL Conferencia Latinoamericana en Informática.
Las categorías y sus condiciones son variadas, pero hay dos características que se repiten: se tratan de robots que resuelven problemas concretos y que son autónomos, es decir, son programados para realizar dichas tareas. Por ende, en el momento de la competencia, no hay gente controlándolos de forma remota. Sus creadores deben indicarles qué hacer
con código antes de entrar al ring o a la cancha.
De todas las categorías el sumo de robots es la estrella. Como en el deporte, las máquinas deben empujar a sus oponentes para afuera del dojo y así ganar el combate. Pero hay otras competencias, como la que recrea una pequeña ciudad, donde los robots deben circular respetando las señales del tránsito y completar el recorrido en el menor tiempo posible. Otra plantea el problema de una granja donde hubo una tormenta que tiró varios árboles. Los androides deben circular por sobre una línea e ir moviendo los cubos que representan a esos troncos caídos.
En el video, entre los robots creados por escolares, liceales, universitarios, profesionales y aficionados se puede ver la creación de Pedro Sales, por ejemplo. Hace 2 meses, el adolescente integró un equipo junto con Joaquim Silveira que salió
campeón en el mundial de robótica Robocup, desarrollado en Brasil tras finalizar el Mundial FIFA de fútbol.
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