Era de esperarse que los trabajadores y astronautas de la NASA, Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (en su traducción al español), fueran fieles fanáticos de la saga Star Wars.
Y, con todo el conocimiento que poseen sobre el universo, con más razón existían las posibilidades de que compararan el mundo en el cual viven con el ficticio presentado en las películas.
Por motivo de la séptima entrega de la de saga, Star Wars: The Force Awakens, desde la NASA realzaron varias similitudes. Por ejemplo, la misión Kepler ya halló un mundo que orbita dos soles, como Tatooine: Kepler-16b.
En 2011 fue enviado a la Estación Espacial Internacional un robot de la NASA bautizado como Robonaut 2 para brindar asistencia médica de urgencia. Este androide, por nombre y estética, podría considerarse como un pariente cercano de R2D2, el famoso robot de la saga cinematográfica.
Todo el mundo debe recordar la gran estación de batalla imperial de la saga, llamada "La Estrella de la Muerte". Pues la NASA pudo observar que una de las lunas de Saturno, Mimas, posee un gigantesco cráter de más de 130 kilómetros de ancho que posee un enorme parecido con ella.
El astronauta fanático de Star Wars, Kjell Lindgren, en 2007 cuando su nave Atlantis abandonó la Estación Espacial Internacional (ISS), realizó una fotografía desde una particular perspectiva que dejaba a la ISS con un parecido muy similar a un caza estelar TIE (Twin Ion Engines).
Y, de hecho, la NASA usa motores TIE en naves como Dawn, la que está orbitando en el planeta enano Ceres.
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