Lo que puede hacer
Circular sin conductor. El auto tiene dos botones: uno para andar y otro para las paradas de emergencia. Del resto, se encarga él. Nada de pedales, volante o palanca de cambios, motivo por el cual es más pequeño que uno normal. Además, el vehículo funciona con electricidad.
No ser multado. Cuando se desplaza dentro de la ciudad respeta los límites legales de velocidad, pero en carretera es posible cambiar la velocidad. Su máximo actual son 40 kilómetros por hora, pero cuando pase todas las pruebas podrá alcanzar los 160 kilómetros por hora.
Identificar obstáculos. Si un ciclista quiere doblar y se le ocurre avisar con el brazo, el láser del techo del auto se da cuenta y actúa en función. Además, puede identificar peatones y animales grandes que se crucen en el camino, o desvíos en el tránsito.
Frenar cuando hay pozos. Si bien no los puede esquivar, por lo menos los detecta y frena antes para que el impacto no sea tan grave.
Lo que no puede hacer
Funcionar con mal clima. En los lugares donde nieva, hay mucha niebla o llueve, estos vehículos tienen problemas para funcionar. La revista Wired publicó que el agua o la nieve afectan el funcionamiento del láser que gira sobre el techo del auto y que la niebla limita su visibilidad.
Funcionar sin internet. En el campo y otros lugares donde la señal es nula, el auto no funciona. En estos casos, según Chris Urmson, director del proyecto, el vehículo tomará una “medida segura”, aunque no se detalló cuál sería.
Esquivar obstáculos pequeños. Si bien el auto puede identificar seres en movimiento como un peatón o un ciervo cruzando la calle, el destino de los animales más pequeños puede ser bastante trágico. Lo mismo podría pasar con una pelota que baja de la vereda.
Parar cuando hay inspectores. No reconocerá a los inspectores, pero si alguien hace señales con las manos en la ruta, identificará que sucede algo inusual y preguntará al humano cómo actuar.
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