Un par de meses antes de lanzar al
Curiosity al espacio, en novimebre de 2011, los ingenieros del Laboratorio de Propulsión Jet (JPL) de la NASA detectaron una falla en la herramienta perforadora del rover.
Pero "era demasiado tarde" para arreglarla y hacer todas las pruebas correspondientes, y lo único que el equipo logró hacer fue agregar un set de cables extra, que protegería la electricidad del Curiosity cortándola antes de que haya problemas.
Ahora, esos problemas están por llegar. Al menos es lo que teme la NASA, que se prepara para lo peor: que el rover que desde hace tres meses investiga en Marte deje de funcionar por completo.
Es casi como si el el taladro 'agarrara' al rover y hiciera mover electrónicamente", explicó el jefe de ingeniería del JPL, Rob Manning, a Space.com
Es que una falla en la perforadora del Curiosity podría generar un corte de energía que afectaría a todo el robot porque, aunque no lo parezca, "es casi como si el taladro 'agarrara' al rover y lo haciera mover electrónicamente", explicó el jefe de ingeniería del JPL, Rob Manning,
a Space.com (ver video).
Todavía nada es seguro, por lo que el equipo se dedica desde hace un par de meses a examinar la herramineta, para prevenir el desperfecto. Sobre todo durante los últimos días, ya que los investigadores de la misión prevén que el Curiosity use la perforadora por primera vez antes de Navidad.
El taladro es capaz de perforar hasta 2,5 centímetros en las rocas marcianas, más profundo de lo que han logrado llegar los anteriores rovers de la NASA,
comparó Mashable.
Lo más lejos que llegará
Si bien la misión Curiosity está pensada para durar dos años terrestres, el rover podría seguir deambulando por el planeta rojo por muchos años más. Es que su fuente de energía nuclear le permitiría vivir por al menos una década e incluso más.
En tanto, la NASA aclaró que mantendrá su sonda en Marte (y todos los futuros rovers) todo el tiempo que sea científicamente viable. Pero primero deberán sortear con éxito esta amenaza, que surge de una herramienta que, aunque pequeña, pone en peligro una expectativa gigante.