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OEA alerta sobre el aumento del cibercrimen
Una débil respuesta de los gobiernos propicia el crecimiento de los ataques informáticos en Latinoamérica, indica el informe
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05 de mayo de 2013 a las 16:00
Los ataques y crímenes cibernéticos aumentaron en 2012 en Latinoamérica ante la falta de estrategias gubernamentales sólidas para hacer frente a esos desafíos, que van desde el pirateo por motivos políticos hasta el uso de foros para el lavado de dinero, alertó el viernes un informe divulgado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
El aumento de los delitos cibernéticos osciló entre el 8 y 40% en la mayoría de los 20 países latinoamericanos y caribeños que proporcionaron información para la elaboración del informe, compilado por la empresa TrendMicro para la OEA.
México registró un aumento del 40% en sus ataques cibernéticos en 2012, mientras que Colombia y Chile registraron, en en cambio, un descenso en el número de incidentes registrados con respecto al año pasado. El informe se limita a recoger cifras de seis naciones.
Solo dos países de la región, Colombia y Panamá, cuentan con una estrategia nacional de combate contra el cibercrimen, de acuerdo con el informe, que señala que Chile, Uruguay, México o Perú están "trabajando para hacer lo mismo" y otros, como Argentina, cuentan con equipos especializados para responder a los ciberataques.
En general, el informe concluye que sigue sin haber datos fiables que permitan tener un panorama completo de la región debido a dos factores que "bloquean comúnmente los esfuerzos" de los gobiernos para hacer frente a los nuevos retos en la red.
En concreto, se trata de "la falta de recursos dedicados al fortalecimiento de la capacidad en seguridad cibernética y la escasez de conocimientos especializados y experiencia práctica para la implementación de políticas o capacidad técnicas".
Entre los principales desafíos, destaca el aumento del "hacktivismo" o ataques piratas políticamente motivados, cuyo impacto económico es "probablemente muy superior a las pérdidas provocadas por cualquier otra forma de delincuencia, incluido el narcotráfico".
Además, señala que los servidores, los foros de piratas y otros canales se usan como "bazares clandestinos para el intercambio de dinero y bienes y servicios ilícitos".
El aumento de los delitos cibernéticos osciló entre el 8 y 40% en la mayoría de los 20 países latinoamericanos y caribeños que proporcionaron información para la elaboración del informe, compilado por la empresa TrendMicro para la OEA.
(El impacto del hacktivismo) probablemente es muy superior a las pérdidas provocadas por cualquier otra forma de delincuencia, incluido el narcotráfico", dice el informe
México registró un aumento del 40% en sus ataques cibernéticos en 2012, mientras que Colombia y Chile registraron, en en cambio, un descenso en el número de incidentes registrados con respecto al año pasado. El informe se limita a recoger cifras de seis naciones.
Solo dos países de la región, Colombia y Panamá, cuentan con una estrategia nacional de combate contra el cibercrimen, de acuerdo con el informe, que señala que Chile, Uruguay, México o Perú están "trabajando para hacer lo mismo" y otros, como Argentina, cuentan con equipos especializados para responder a los ciberataques.
En general, el informe concluye que sigue sin haber datos fiables que permitan tener un panorama completo de la región debido a dos factores que "bloquean comúnmente los esfuerzos" de los gobiernos para hacer frente a los nuevos retos en la red.
En concreto, se trata de "la falta de recursos dedicados al fortalecimiento de la capacidad en seguridad cibernética y la escasez de conocimientos especializados y experiencia práctica para la implementación de políticas o capacidad técnicas".
Entre los principales desafíos, destaca el aumento del "hacktivismo" o ataques piratas políticamente motivados, cuyo impacto económico es "probablemente muy superior a las pérdidas provocadas por cualquier otra forma de delincuencia, incluido el narcotráfico".
Además, señala que los servidores, los foros de piratas y otros canales se usan como "bazares clandestinos para el intercambio de dinero y bienes y servicios ilícitos".
