Entre julio y octubre de todos los años, la ballena franca austral elije las costas uruguayas como parada. Descansan, se aparean y amamantan a sus crías, al tiempo que dan un espectáculo a los locatarios y turistas que llegan para verlas.
Este martes se lanzó oficialmente la Temporada de Ballenas 2012 en la Liga de Fomento de Punta del Este. Se realizó en el marco del Programa Turismo Responsable y Sostenible, que promete una nueva forma de explotar el privilegio de hospedar a estas ballenas una vez al año.
Durante el lanzamiento, organizado por la
Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC), con el apoyo de la Intendencia de Maldonado, el Municipio de Punta del Este y la Liga de Fomento, se recorrieron los puntos de avistamientos de ballenas en la costa fernandina.
También un grupo de escolares presentó la propuesta de un santuario para proteger a estos cetáceos. Este mes, una propuesta de Uruguay, Brasil y Argentina,
apoyada por otros 35 países en la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional, no logró la mayoría que precisaba para hacerse realidad y convertir la región en una zona de conservación de las 54 especies de ballenas que aquí habitan.
La primera en llegar
La semana anterior al lanzamiento, sin embargo, una ballena perdida inauguró extraoficialmente la temporada. El ejemplar, de unos 7 a 12 metros, fue visto en las costas de Nueva Palmira tras perder el rumbo y adentrase por el Río de la Plata hasta el Río Uruguay, informó el
Ministerio de Turismo y Deporte.
Según dicha cartera, si bien Prefectura de esa ciudad envió una embarcación, no se pudo encontrar a la ballena. Un grupo de pescadores artesanales que recogían redes frente a la playa de La Agraciada la habían visto nadando en círculos en la zona más profunda del Río Uruguay.
Dado que ninguna de las autoridades pudo dar con la ballena, el ministerio especuló que el cetáceo encontró su camino.