Gonzalo Martínez - Especial para Cromo
El perro juega, ladra y salta, pero hay una tarea que le lleva más tiempo que cualquier otra: dormir. Nuestras mascotas descansan al menos diez de las 24 horas de un día, es decir, más de un tercio de todos los años que viven.
Con la panza hacia arriba o las patas a un costados, los perros toman siestas más pequeñas en el día y duermen de forma más prolongada durante la noche.
La importancia de dormir está más que fundamentada en humanos, pero también en estos animales. Las horas de descanso sirven para la restauración de las fuentes de energía, además que ayudan a consolidar la memoria y es clave para limpiar los productos potencialmente tóxicos acumulados durante la vigilia.
Respecto a la estructura, animales y personas pasamos la mayor parte del tiempo de sueño en una fase de ondas lentas conocida como NO REM, que se intercala con pequeños períodos de sueño REM, la fase donde soñamos. Aunque no se sabe exactamente qué sueñan los perros, se cree que el contenido es más simple en comparación con el de los humanos y que se vincula con lo que les sucede en la vigilia.
Para la doctora en medicina veterinaria, Alejandra Mondino, el sueño en los perros es algo “fascinante” e “importante de estudiar”, y por eso desde hace años viene investigando el tema, a contracorriente de la tendencia académica que, en general, no le ha dado demasiada relevancia.
Del estudio también formó parte el jefe de la policlínica de Neurología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República, Luis Delucchi, además de otros dos uruguayos y un colega estadounidense.
El informe titulado “Trastornos del sueño en perros: fisiopatología y revisión clínica” llevó un año de trabajo y logró describir en un único documento las tres principales patologías del descanso en los canes: la narcolepsia, el desorden del sueño REM y la apnea del sueño.
El material será publicado en su versión oficial en los próximos días, pero Cromo pudo acceder a una versión previa. ¿De qué se tratan estas “enfermedades del sueño”?
La primera patología descripta por los investigadores en el informe es la narcolepsia. En estos casos, lo que ocurre es que el animal se queda repentinamente dormido sin previo aviso, generalmente luego de recibir un estímulo positivo (como la comida o el juego). Se trata de una extraña dolencia que también afecta a los humanos, y que muchas veces es confundida con una convulsión o un desmayo.
Según Mondino, es la enfermedad del sueño de la que hay más casos "por lejos". Desde el punto de vista veterinario, lo que sucede es que algunas características de la fase del sueño REM se cuelan en la vigilia.
“Mientras se sueña la corteza cerebral está super activa, pero el cuerpo no se mueve gracias a una atonía muscular o cataplexia” que “nos protege” de no actuar lo que soñamos. En la narcolepsia, el perro se duerme instantáneamente y, además, se le activa esta dimensión del sueño REM, por lo que el animal pierde tono muscular por unos instantes y se desvanece. La observación de estos dos elementos clínicos son claves a la hora del diagnóstico.
Si bien hay razas donde se ha descubierto una falla genética como en el doberman y el labrador (y está en estudio una posible mutación en el dogo argentino, a raíz de un caso de dos perros hermanos que padecen narcolepsia), la causa de la enfermedad es diversa y puede variar caso a caso. “Eso es un problema porque Uruguay todavía no tiene la posibilidad de hacer un testeo genético para ver si los animales son portadores de esta patología”, dijo Mondino.
Otra de las enfermedades desarrolladas en la investigación es el desorden del sueño REM en donde, en resumen, ocurre lo contrario que en la narcolepsia: la atonía muscular necesaria para que el cuerpo se quede quieto durante el sueño no se activa.
“Como no está esa pérdida de tono muscular, y la corteza cerebral está generando movimiento, el perro actúa todo lo que le pasa en el sueño”, explicó Mondino.
La experta aclaró que todos los perros tienen algunos movimientos y hacen pequeños ruidos mientras sueñan, pero de forma bastante más leve. En los animales con desorden del sueño REM se da algo “mucho más exagerado” que en esas situaciones comunes.
El gran problema de esta enfermedad es que el sueño del animal se fragmenta considerablemente porque, cada vez que el perro está teniendo un sueño, realiza movimientos tan bruscos que se despierta. Como no duermen adecuadamente, durante el resto del día están, por lo general, muy cansados.
Los estudios que relevó el informe indican que el desorden del sueño REM no está asociado con una raza específica, sino que su aparición es más bien esporádica. La hipótesis más firme es que hay una causa inmunomediada, es decir, algún tipo de enfermedad inflamatoria del sistema nervioso. De todos modos, no se descarta que este desorden pueda generarse por otro tipo de lesiones cerebrales.
Las dificultades respiratorias no solo afectan a los humanos. Los perros también sufren de patologías asociadas a su capacidad de inhalación y la investigación realizada por los uruguayos abordó, por último, este tipo de enfermedades.
Una de las más relevantes y más comunes en este sentido es la apnea del sueño, una dificultad común entre los perros braquicéfalos tales como el chihuahua, el bulldog, el boxer o el pug.
A nivel biológico, Mondino explicó que esto sucede porque estas razas presentan varias alteraciones anatómicas como, por ejemplo, narinas muy pequeñas o el paladar blando muy elongado. Esto los vuelve propensos a que sus vías aéreas colapsen durante el sueño porque mientras descansan disminuye el tono de los músculos que las mantienen permeables.
Según la experta, junto con el desorden del sueño REM es “una enfermedad super inhabilitante” porque dificulta las posibilidades de dormir. “En este caso se despiertan porque, sencillamente, no pueden respirar”, explicó.
El final del informe asegura que las alteraciones del sueño afectan “las funciones fisiológicas" y que "la privación del sueño aumenta el riesgo de enfermedades” en los perros. Sin embargo, la gran rúbrica del material es, más bien, una propuesta.
La experta opinó que es necesario un abordaje más veterinario, y que no se debe utilizar solamente a los animales como un modelo traslacional para dar respuestas a patologías humanas. “Eso es muy importante, pero ahora debemos empezar a enfocarnos en nuestros pacientes que son los perros y probar nuevos tratamientos porque ahora no hay nada que sea 100% efectivo”.
Para los próximos meses, los investigadores uruguayos se proponen realizar estudios experimentales de estas patologías en la Facultad de Veterinaria.
Dormir es importante (y por qué ayuda a evitar el “Alzheimer canino”)
Mucho se dice sobre la importancia de dormir para los humanos, pero lo cierto es que los perros también necesitan descansar. Por transitiva, no es una buena idea despertarlos porque sí según nuestro antojo.
Mondino explicó que “es importante respetar el tiempo de sueño” para poder “prevenir consecuencias” en la salud, sobre todo en los perros mayores, que sufren una patología similar al Alzheimer de los humanos.
En estos casos, los animales tienen “una disfunción cognitiva importante, al punto que llegan a no reconocer a sus propietarios”, pero, aunque parezca mentira, “una buena higiene del sueño puede ayudar a enlentecer el progreso de la enfermedad”.
En diálogo con Cromo, Mondino dijo que es recomendable mantener una rutina de sueño; brindar un ambiente tranquilo al animal y realizar actividad física durante el día para que lleguen cansados a la noche, para lograr un descanso más efectivo. También se sugiere masajear el lomo de los perros antes de dormir.
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