Hace unos 252 millones de años, al final del período Permiano, no existían ni tiburones blancos ni ballenas asesinas, los mayores predadores del mar hoy. Sin embargo, el rey del océano era el
Thalattoarchon saurophagis, una verdadera bestia marina.
Una poderosa mandíbula llena de dientes de 13 centímetros lo ayudaban a conseguir sus desafortunadas presas
Si bien un equipo de paleontólogos descubrió sus restos fósiles en Nevada en 2008, recién la semana pasada los resultados de los estudios se publicaron
en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según recoge Wired, se trató de una suerte de "lagarto gigante soberano del mar", tan grande que era capaz de comer presas de su mismo tamaño. Una poderosa mandíbula llena de dientes de 13 centímetros lo ayudaban a conseguir sus desafortunadas presas.
Versátil
Según los investigadores, el
Thalattoarchon saurophagis fue el primer depredador marino que respiró fuera del agua y que estaba equipado con dientes de punta, y su existencia arroja luz sobre la versatilidad del ecosistema marino. Es que este reptil vivió apenas 8 millones de años después de que tuviera lugar una extinción masiva, que arrasó con la mayoría de las especies de fauna marina del planeta.
El hecho de que un predador de tales dimensiones haya surgido tan poco tiempo después (en términos prehistóricos) de esa catástrofe, sugiere que el ecosistema marino recuperó más rápido que el terrestre.
Hoy, los restos fósiles de este imponente animal se exhiben en
The Field Museum, en Chicago, donde su boca aparece inerte pero amenazadora.