El nombre de este híbrido entre
smartwatch y localizador no es producto del azar. Filip es el nombre del hijo de Sten Kirkbak, el creador del producto homónimo. Cuando Kirkbak perdió a su hijo de tres años durante media hora, se le ocurrió la idea de crear un localizador y teléfono "usable" (uno más para la lista creciente de
wearable technology), que permitiera a los padres mantenerse en contacto con sus más pequeños sin por eso restringirles la libertad de explorar.
Filip se usa como un reloj y luce como uno, pero es bastante más que eso. Permite a los padres u otro adulto autorizado seguir a sus hijos mediante un sistema de geolocalización, y contactarlos mediante mensajes de texto y llamadas. El dispositivo funciona con una
app gratuita para
iOS y
Android, que se instala en el teléfono de los padres.
Estos pueden programar hasta cinco números de teléfono para que el niño pueda llamar con solo tocar un botón. A su vez, los adultos autorizados pueden programar "Zonas seguras", como la escuela, para que el dispositivo envíe una notificación cada vez que el niño ingrese o deje ese lugar, informa el sitio de tecnología
Mashable.
Cuando se vea amenazado o en peligro, el pequeño usuario puede pulsar un botón rojo de emergencia, que automáticamente llama a la primera persona en la lista de contactos y le envía la ubicación del niño. Si esa persona no contesta, Filip llama a los siguientes números en la lista.
El
gadget que
cuesta US$ 200 (y en Estados Unidos funciona con un plan de la operadora AT&T) está pensado, según indican sus creadores, para que las "familias modernas permanezcan en contacto".