Paraguay: un destino que atrae a uruguayos para invertir e instalarse

Ricardo Scaglia, presidente de la Cámara de Comercio Uruguayo – Paraguaya, viajó por primera vez al país hace 38 años. Recuerda que en ese momento contaba con una población de 4,5 millones de habitantes. Actualmente son 7,5 millones.  

La economía comenzó a expandirse y eso generó la creación de una clase media que antes no había. La mayor población necesitó soluciones habitacionales que llegaron de la mano de las inversiones.

Un informe del Banco Mundial indica que durante las últimas dos décadas Paraguay experimentó un crecimiento económico como resultado de términos de intercambio favorables que permitieron mejoras en los precios de los productos que el país exporta y políticas macroeconómicas sólidas.

Añade que a pesar de ello, las condiciones climáticas que afectaron las exportaciones agrícolas y de energía hidroeléctrica y la pandemia del covid-19 afectaron el crecimiento en los últimos años.

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Por esas razones se fue reduciendo el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del promedio de 4,4% entre 2003 y 2018 a 0,7% entre 2019 y 2022. El documento señala que  se proyecta un retorno de la economía paraguaya a niveles previos a la pandemia, para alcanzar una expansión de 4,8% durante 2023.

La corriente de negocios uruguayos en Paraguay comenzó con la adquisición de campos para la cría y engorde de ganado.  

Luego de los negocios agropecuarios llegó la etapa de incursionar en el mercado inmobiliario. Scaglia contó que actualmente los negocios uruguayos viraron hacia el comercio, en rubros como la vestimenta, el calzado y la gastronomía.

Según su visión, el gobierno de Santiago Peña -recientemente asumido- colocará el foco en la atracción de inversiones. “El nuevo presidente es una persona joven, técnico, economista, tiene un enfoque muy empresarial del manejo del país. Va a atraer, sin ninguna duda, inversión extranjera”, dijo Scaglia.

Otro sector en el que hay presencia uruguaya es la industria del software, principalmente en el rubro de las facturas electrónicas. También se han instalado empresas que se dedican al transporte internacional. “Hay mucho uruguayo en Paraguay. Creo que en el futuro va a haber una mezcla guaraní – charrúa importante”, mencionó.

“Es un país en el que hay muchísimo para hacer, pero es cálido, amable y eso hace que el uruguayo que va se sienta en su casa y muchos se queden a vivir”, expresó Scaglia.

En los últimos años se abrió una oportunidad para la agricultura en la región oriental al sur de Asunción y en el Chaco en la región occidental. “Hay zonas del Chaco que en un principio eran selva pero se dieron autorizaciones para limpiar y se plantaron pasturas”, contó.

Esa línea de negocios generó un buen resultado con el ganado nacional. “Hace 25 años no podías comer un churrasco en Paraguay; ahora tiene carne de primera calidad”, relató.

Paraguay también ofrece un beneficio tributario para la industria: el régimen de maquila.

La maquila es un sistema de producción manufacturera que se destina a la exportación. El régimen de maquila en Paraguay permite que todas las operaciones industriales queden exoneradas de todo impuesto o tasa que afecten el proceso, desde la importación de insumos hasta la fabricación de los productos. “Es como una gran zona franca en todo el país”, ejemplificó Scaglia.

De gerente a socio

Carlos Magnone llegó hace siete años a Paraguay y siempre estuvo instalado en Asunción.

Actualmente trabaja en Wild Fi, una compañía de comunicación uruguaya que se fundó en 2008. En 2016 le ofrecieron reemplazar al gerente en Paraguay, que se estaba mudando a Panamá. “Llegué con el objetivo de consolidar la agencia en el top of mind local y desarrollar la cartera de clientes”, recordó.

En ese momento, la compañía ya llevaba cuatro años funcionando en Paraguay con una estructura de 18 personas. Actualmente, Magnone es socio y la plantilla laboral ascendió a 50 colaboradores. 

Recomienda a Paraguay como un país para instalarse y desarrollarse. “Es verdad que cada experiencia es única y que, como todo, tiene luces y sombras”, contó a El Observador. Además le tocó coincidir con un grupo de uruguayos que llegaron al país al mismo tiempo y eso facilitó las cosas. “Eso también ayudó a que extrañara un poco menos”, mencionó. 

Actualmente, vivir es más caro que en 2016, aunque reconoció que Asunción sigue siendo más barata que otras capitales de la región, Afirmó que muchos uruguayos están incursionando en el país, en los rubros tradicionales como el agro y el real estate, pero también en gastronomía, entretenimiento, hotelería y logística, entre otros.  

“Se vive bien, es muy seguro y, una vez que te acostumbrás al clima, eso también se disfruta”, concluyó.