Después de tres semanas de receso, en cada cambio de año, volvió a operar el mercado lanero australiano, prácticamente sin cambios respecto a la última referencia.
El Indicador de Mercados del Este (IME) retrocedió en moneda local, pero se mantuvo en dólares americanos por el efecto cambiario.
Cerró la semana en US$ 8,16 por kilo base limpia, dos centavos por encima que la última referencia del 2023, con la oferta semanal más voluminosa en ocho meses, que rondó los 51.000 fardos.
Fue una oferta, a su vez, muy variada en términos de calidad y micronaje, siendo principalmente lana entre 17 y 21,5 micras, informó el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) en su último reporte.
“China se mantiene bastante más activo de lo que estaba el año pasado, la suba que se dio en diciembre fue justamente de la mano de una mayor actividad de China”, señaló la analista de mercados del SUL Antonella Riani.
Existe una expectativa sobre la reactivación de Europa.
En el mercado local hay poco movimiento a la espera de los movimientos del mercado internacional en las próximas semanas.
Hay más de una zafra de producción de lana sin comercializar, con base en las dificultades sostenidas durante varios ejercicios.
“Esperamos que este año se destraben un poco las condiciones, China se viene reactivando, esperamos que siga así y que las señales de reactivación en Europa se materialicen. Que la lana pueda seguir saliendo y ese stock disminuya”, remarcó.
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