Qué bueno que es miércoles y qué bueno que nos acompaña el sol, ese que tanto extrañamos durante el invierno, y el mismo por el cual protestamos en los días tórridos de verano. Somos seres de contradicciones, los que hoy sonreímos bajo la caricia de un rayo de sol y mañana caminaremos con pasos resentidos por las veredas recalentadas por algún otro rayo de sol. Hoy quiero conversar contigo sobre nuevos comienzos, pero no de esos magníficos y gigantes, de esos que te cambian la vida y que te redirigen el destino. Quiero hablarte de los nuevos comienzos que vivimos todas las mañanas, cuando nos despertamos ojalá que con buena energía, descansados y con la esperanza de que todo, o casi todo, es posible.
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