Madrid y Buenos Aires, unidos por el Ashtanga Yoga

El taller de seis días brindó herramientas para el autoconocimiento: “La conexión con el cuerpo es lo primero a recuperar y desde ahí se abren puertas a lo otro”, cuenta el maestro español Carballal, ante una consulta de El Observador España.

Durante estos días, los dos profesionales españoles brindaron clases de asanas por la mañana; luego una práctica para facilitar la apertura en la tarde y un cierre muy celebrado, dedicado a centrarse en la filosofía Ashtanga.

El espíritu del workshop consistió en trabajar lo esencial del autoconocimiento en un momento en el que hay una enorme desconexión profunda de lo esencial.

“Para enterarnos de quiénes somos debemos empezar por ver qué le pasa a nuestro cuerpo, a partir de ahí se abren las puertas hacia la conciencia”, explica Carballal a El Observador España.

De Copenhague hacia Madrid y Buenos Aires

Carballal y Martínez son directores de la Mysore House Madrid, uno de los pocos centros de Ashtanga yoga autorizados para enseñar esa disciplina en la capital madrileña y coincidieron con Calu Cuadrado en un encuentro en Copenhague, Dinamarca.

Desde entonces, el vínculo entre las escuelas fue creciendo: “Entendemos el yoga desde un lugar muy parecido”, cuenta el maestro en su segunda visita a Argentina.

“La filosofía del Ashtanga tiene que ver con el bien común, la entrega y el servicio; tiene un aspecto político y ese es el punto de conexión entre las escuelas de Madrid y Buenos Aires”, afirma Carballal.

Encantado con la ciudad de Buenos Aires, Carballal cuenta que “es maravilloso venir a Argentina porque hay tanta tradición de mirarse que permite que la gente venga abierta a la práctica de mirarse hacia adentro”.

Y resaltó que en este curso fue posible trabajar uniendo los principios del yoga y los conceptos de la filosofía Gestalt, algo muy valioso en tiempos en que, según cuenta Carballal, “la sociedad no ayuda”.

Además de compartir filosofías, para Carballal fue el trabajo colaborativo entre las dos escuelas lo que hizo posible el workshop: “Trabajar con Calu es muy fácil porque es muy generosa y tener una escuela es en sí una acción de servicio, porque implica sostener mucho”, completa.

La importancia del “Aquí y ahora”

El “aquí y ahora”, esta expresión tan de moda que vemos en carteles, tatuajes o estados de whatsapp es, en realidad, uno de los máximos desafíos del yoga.

“Con las redes sociales se ha banalizado algo que es un estado que se desarrolla a partir de un trabajo. El `aquí y ahora´ del yoga implica ejercitar una mirada al pasado para limpiarlo, soltarlo, actualizarse, y a la vez alejarse del miedo y de intentar controlar el futuro”, sostiene Carballal.

Aquí, ahora, en Buenos Aires o en Madrid, este workshop que tuvo lugar en el espacio de Ashtanga Yoga Palermo hizo posible expresar un lenguaje común, el de la unión. Lenguaje que va más allá de las palabras, es auténtico y nace donde se trabaja así. El Yoga sigue creciendo y ganando importancia en la búsqueda de millones de personas en el planeta.