La uruguaya que trabaja con los científicos que ganaron el premio Nobel de Medicina

Para alcanzar este adelanto científico, Karikó—vicepresidenta de la farmacéutica BioNTech, que desarrolló junto a Pfizer una de las principales vacunas utilizadas para luchar contra la pandemia— trabajó de la mano de Weissman, quien es actualmente académico de la Universidad de Pennsilvania.

En mayo de este año Drew Weissman mantuvo un encuentro con el científico uruguayo Gonzalo Moratorio y de esa instancia surgió la posibilidad de que una integrante del equipo que integraba Moratorio en el Institut Pasteur viajara al laboratorio de Weissman a entrenarse en la técnica de ARN Mensajero. Así fue como la uruguaya Alicia Costabile llegó a estar en el momento justo en el lugar indicado, justo cuando Weissman recibió el premio Nobel de Medicina 2023.

Disculpen pero no puedo más de la alegría, esta charla la tuvimos en Mayo de este año en Filadelfia. Felicitaciones Drew por el premio Nobel!!! @viromol @FcienUdelar @IPMontevideo @Udelaruy @ANIIuy @EF_Fellows pic.twitter.com/ySqCgftXW0

— Gonzalo Moratorio (@gonzamoratorio) October 2, 2023

En diálogo con Café & Negocios Costabile describió el momento como sorprendente y revolucionario. "Inicialmente iba a venir en junio, después tuve problemas con la visa que se demoró, termine viniendo ahora y justo cuadró que le dieron el Nobel en este momento", compartió Costabile y apuntó que "fue un shock para la gente del laboratorio que trabaja con él".

Costabile empezó a trabajar el pasado lunes y continuará con su entrenamiento en el laboratorio hasta noviembre. 

El ARN mensajero en Uruguay

El viaje de Alicia Costabile al laboratorio de Weissman tiene por objetivo que el ARN mensajero se pueda implementar también en Uruguay. La bioquímica hizo su carrera de grado, posgrado y doctorado en Facultad de Ciencias. Después, en la pandemia, empezó a trabajar con los científicos Gonzalo Moratorio y Pilar Moreno en el desarrollo del kit nacional para la detección del SarsCov2. Actualmente continúa trabajando con Moratorio y Moreno en el Institut Pasteur, pero ahora su desafío es hacer vacunas de ARN mensajero en Uruguay. "Queremos usar esta misma tecnología para producir vacunas para problemas que surjan en Uruguay, como pueden ser enfermendades humanas o incluso de animales de producción", explicó la bioquímica a Café & Negocios que afirmó que se trata de una tecnología muy versátil. "La idea es en el próximo mes y medio aprender todos los pasos para producir este tipo de vacunas", subrayó.

Las vacunas de ARN tienen como particularidad tener una producción más rápida que las demás vacunas. En este sentido, Costabile recordó que teniendo todas las facilidades, durante la pandemia empezaron a trabjar al otro día de que se publicara el genoma del virus y dos semanas después ya estaban probando la vacuna en animales. "Es mucho más rápido que otro tipo de vacunas", explicó la biotecnóloga. En este sentido destacó que Uruguay se encuentra en una etapa previa, pero espera que en un año o menos se pueda estar haciendo alguna prueba para probar el ARN mensajero en el país.

A propósito explicó que una vez que se aprende cómo hacerlo "es fácil cambiar el blanco" y adaptarlo a lo que se quiera atacar.

El descubrimiento que valió un Nobel

Karikó y Weissman obtuvieron el premio Nobel por las vacunas de ARN mensajero que se uso por primera vez de forma masiva en el marco de la pandemia por Covid-19. Ellos lograron que el ARN Mensajero pudiera ser inyectado en una célula y que no sea degradado por la propia célula. "En general toda cosa externa es degradada por los mecanismos del cuerpo para que no prospere", explicó Costabile. En líneas generales, los ganadores del Nobel modificaron la molécula con cosas que nomalmente hay en la célula para que el cuerpo la reconozca como propia y no la degrade. "Eso permite que podamos hacer estas vacunas a gran escala y que funcionen, que logren su objetivo", detalló la experta uruguaya.