La pandemia de las aves

Las preocupaciones por la gripe aviar se fueron disipando con el paso de los años. El contagio a humanos ha sido muy raro y otra pandemia diferente fue la que generó una disrupción en la vida cotidiana. Y en este momento en que la sequía apreta cada vez más y pone en peligro el propio consumo de agua en la zona sur de Uruguay, cuesta que entre en la agenda de la discusión pública.

Pero la evolución biológica de la gripe aviar ha dado pasos importantes no solo para las aves que tuvieron infecciones récord en las avícolas del mundo en 2022, sino en las últimas semanas, cada vez más mamíferos: armiños en cautiverio, zorros y hasta lobos marinos silvestres han muerto por el virus.

A lo largo de 2022 fue uno de los factores que impulsó la “inflación de los alimentos”. Los casos se multiplicaron en aviculturas tan distantes como EEUU y Nueva Zelanda, la cantidad de animales sacrificados se cuenta por decenas de mil lones lo que ha catapultado el precio de los huevos.

Sobre fines del año pasado los casos llegaron a América del Sur. Las advertencias sobre el peligro de que la gripe aviar se convierta en un grave problema para la producción avícola de
América del Sur o aún en una nueva pandemia se multiplican.

Como suele pasar, una línea de tensión entre la pura eficiencia económica y las necesarias precauciones sanitarias está por detrás del problema. Así como “lo más barato” es vender
animales silvestres en una feria sin higiene en Wuhan, también “lo más barato” es acumular la mayor cantidad de aves en el menor espacio posible. Pero como el saber popular recuerda, muchas veces lo barato sale caro.

Cientos de miles de aves confinadas en poco espacio es justamente lo que los virus desean para mezclarse, recombinarse, multiplicarse, explorar nuevas variantes que sean mejor en aquello que para los virus es una especialidad: replicarse por millones y millones variando, y así encontrando combinaciones de ADN que puedan instalarse en especies nuevas en las que prosperar. California ha impuesto regulaciones limitando esta concentración, pero el precio de los huevos ha subido aún más que en el resto de EEUU.

Lo novedoso es que desde octubre cuando saltó a un criadero de armiños en España (que se matan a los seis meses para sacar la piel) se han multiplicado los casos en mamíferos, como si el virus hubiese mutado a variantes que han aprendido a infectar especies lejanas a las aves donde se originaron. Como mamíferos que somos, estamos más expuestos que antes.

Una columna del New York Times advirtió esta semana que “una pandemia más letal que el Covid puede llegar pronto” y recordó que aunque hasta ahora las infecciones en humanos por la variante H5N1 del virus es casi nula, en promedios de largo plazo causó la muerte de 56% de las personas que infectó, una tasa muchísimo mayor de letalidad que el Covid.

En EEUU durante 2022 la enfermedad obligó al sacrificio de decenas de unos 25 millones de aves, lo que disparó el precio de los huevos al punto tal que se formó una corriente de viajes de contrabandistas o simples ciudadanos estadounidenses que viajaban a México a comprar huevos que intentan ingresar ilegalmente a EEUU, lo que aumenta justamente le riesgo sanitario.

En América ya ha llegado a 11 países, pero se supone no ha cruzado los Andes. La semana pasada llegó a Bolivia, ya está en Chile, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela, además de
diversos países de América Central y los tres países del Nafta.

El riesgo global de que se transforme en una pandemia ha sido advertido por la Organización Mundial de la Salud. En esta semana se detectaron en Perú lobos marinos muertos por el virus, lo que sigue mostrando que la enfermedad sigue cruzando las barreras de las especies.

El director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, dijo el miércoles que los casos de influenza aviar en visones, nutrias, zorros y leones marinos reportados en las últimas semanas deben ser monitoreados de cerca. “Por el momento, la OMS evalúa el riesgo para los humanos como bajo”, dijo. Tedros señaló el hecho de que desde la aparición del virus H5N1 en 1996 solo ha habido transmisión "rara y no sostenida"; hacia y entre humanos.

“Pero no podemos asumir que seguirá siendo así y debemos prepararnos para cualquier cambio en el statu quo”, dijo.

En todo el mundo, cuatro personas se infectaron con el virus de la gripe aviar (H5N1) el año pasado, una de las cuales murió, dijo Christian Lindmeier, vocero de la OMS.

Desde el punto de vista estrictamente veterinario el riesgo parece muy alto. No hay producción más concentrada poblacionalmente que la avícola. Tanto Argentina como Brasil tienen poblaciones gigantescas de aves. La carne de pollo es la más accesible en precio por lo que el daño de la llegada de la enfermedad sería enorme. Controlar una enfermedad que es diseminada por aves silvestres, muchas de ellas migratorias, es casi imposible. Bajar la densidad de población en las industrias avícolas encarece a la proteína más barata. Un desafío enorme por delante.

Si llegara a Uruguay, bien podría tener un impacto comparable al que la aftosa tuvo sobre la ganadería entre 2000 y 2002. Y para la más accesible de las carnes, el cruce de los Andes por parte del virus y la infección de criaderos en el Mercosur tendría un impacto difícil de imaginar.