Hace 200 años, un médico francés enrolló una hoja de papel y la colocó en el pecho de un paciente. La creación fue rudimentaria y simple, pero funcionó. René Laenneac podía oír mejor los latidos del corazón de su paciente y así nació el estetoscopio.
Hoy el estetoscopio sigue siendo un elemento básico en la medicina, envuelto alrededor de los hombros de los médicos. Pero necesita de un cambio de imagen.
Ahora, Eko Devices, una startup de Silicon Valley, ha recibido una aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) para su estetoscopio digital, el que lleva el poder de la tecnología moderna a un dispositivo ya esencial. Las consecuencias podrían ser enormes para la atención de los pacientes.
El estetoscopio, llamado Eko Core, registra los sonidos del corazón del y los transmite a una aplicación para iPhone. Esto abre la posibilidad de que los latidos sean almacenados en la nube para referencia futura de los médicos o para aumentar la comprensión del corazón humano. El cuidado médico de alta calidad podría ser proporcionado a un costo menor. Y podrían evitarse análisis innecesarios.
Ha sido difícil para los cardiólogos aprovechar todo el poder de internet. Estar en la presencia de un paciente ha sido esencial para escuchar su corazón. Pero con un estetoscopio digital conectado a internet, los cardiólogos pueden sentarse en sus oficinas y revisar los latidos enviados desde todo el mundo.
"Si podemos llevar los cardiólogos expertos del (hospital) Johns Hopkins hasta un paciente rural en Nebraska o de una aldea rural en la India, abre la oportunidad de salvar vidas", dijo Jason Bellet, director de operaciones de los dispositivos Eko.
Estos datos podrían ser recogidos por alguien que solo necesita del conocimiento básico de cómo operar el dispositivo médico.
Si bien existen otros estetoscopios electrónicos, Eko es el primero en tener una aplicación de teléfono inteligente compatible aprobada por la FDA y que se integra con la historia clínica electrónica.
La empresa tiene otras aspiraciones. Ahora está desarrollando un algoritmo para reconocer las condiciones del corazón del paciente.
"Nuestra meta es que el doctor que puso el estetoscopio en el pecho del paciente, haga clic al igual que lo haría para identificar una canción dentro de Shazam y que el sistema le diga que es un soplo mesosistólico de eyección", dijo Bellet.
Actualmente, un profesor de la Universidad de California en San Francisco está probando el algoritmo para ver cómo reacciona frente a un ecocardiograma, una máquina de confianza pero cara.
"Espero que algún día seamos capaces de utilizar grandes volúmenes de datos, un conjunto de algoritmos que digan 'cuando el sonido esté cambiando a este ritmo, usted podría necesitar una cirugía de válvulas en este tiempo'", señaló Ami Bhatt, director de cardiología del Massachusetts General Hospital. "Eso es lo ideal; es el Santo Grial con este tipo de cosas. Tomará tiempo llegar hasta aquí. Pero estos son los primeros pasos para alcanzar este tipo de medicina personalizada".
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