La increíble experiencia del uruguayo Stefano Caiafa en la Ocean Globe Race de vela

La Ocean Globe Race es una regata de aventura que dura ocho meses y se corre alrededor del mundo, con escalas, navegando sin computadoras, satélites, GPS ni materiales de alta tecnología. 

El año pasado, Dominique Knuppel compitió en esta regata que surgió hace 50 años con el nombre de Whitebread y que en más de una ocasión tocó el puerto de Punta del Este. 

"Se navega como en 1970 con navegación astronómica y cartas de papel, sin comunicación con tierra, solo a través de radio de larga frecuencia, o sea que van sin teléfono satelital ni información meteorológica. Es una forma clásica de navegar rememorando los 50 años de la Whitbread que daba la vuelta al mundo y que ahora tiene este nombre y que yo corrí el año pasado. Ellos simulan ahora la primera edición que data de 1973. Además este años se cumplen los 30 años donde participó el Uruguay Natural donde también se tocó el puerto de Punta del Este", contó a Referí Knuppel. 

La olímpica en Tokyo 2020 con Pablo Defazio en la clase Nacra 17, estuvo entrenando meses atrás con el barco Maiden que tiene una conformación exclusivamente femenina y que es animador de esta regata.  

En el barco Explorer fue donde corrió Caiafa, defensor del Yacht Club Punta del Este y pupilo de Alejandro Foglia en la clase ILCA 7, la antes denominada laser standard. 

"Salimos penúltimos y al que le ganamos era el que iba a ganar el campeonato, pero tuvo que parar en Malvinas por problemas estructurales en el casco", contó Caiafa en diálogo con Referí. 

"Fue una experiencia fascinante, era mi primer cruce oceánico y haber pasado por Cabo de Hornos con lo que es encima el día exacto de los 100 años del club fue increíble", manifestó.

"Yo navego desde que soy muy chico y sé que todo puede salir mal en cualquier momento, dos días antes de cruzar Cabo de Hornos nos quedamos sin gobierno del barco, el sistema de poleas del timón se rompió y tuvimos que quedarnos toda la noche con 55 kilómetros de viento y olas de siete metros a la deriva, hay gente que no pudo ni dormir esa noche", expresó el uruguayo.

"De las cosas más increíbles que viví fue ver delfines por la noche que brillaban mientras nadaban por algo bioluminiscente que había en el agua, en otro momento vi 50 delfines, todos juntos, chapoteando y saltando a babor", contó.

"La regata tiene sus exigencias, se duerme poco e intercalado pero luego de una semana te acostumbrás a vivir con eso, Por ejemplo podrías dormir dos horas y media o cuatro horas y media, dependiendo lo que toque hacer. Cada seis días a uno le tocaba dos días de cocinar y lavar. Al principio había frutas y verduras frescas, pero como no duran mucho a las semanas se empieza con las latas. Se come bien, generalmente arroz o pasta, pero también carne", dijo el uruguayo.

"De esta Ocean Globe Race solo corrí la tercera pierna que es de la que te estoy contando. No descarto participar en alguna otra regata oceánica ya que me gustó mucho". Pierna son los tramos de la regata: la primera fue de Southampton a Ciudad del Cabo. La segunda de Ciudad del Cabo a Auckland. La tercera de Auckland a Punta del Este pasando por Cabo de Hornos y la última partió este martes desde Punta del Este para volver a Sothampton en un recorrido de 6.550 millas náuticas con llegadas que irán del 1º al 10 de abril. 

Los tripulantes del Explorer, donde corrió Caiafa, eran de Australia, Irlanda, Inglaterra, Argentina, Alemania, Canadá y Francia.