Federico X se convirtió en el nuevo rey de Dinamarca tras la abdicación de Margarita II

La reina Margarita II, de 83 años, firmó el acta de abdicación en el palacio de Christiansborg, la sede de los poderes legislativo y ejecutivo, sitio al que llegó con un carruaje que desfiló por las colmadas calles de Copenhague.

Poco después, Margarita, que seguirá ostentando el título de reina y podrá representar al país en ceremonias oficiales, abandonó el Consejo de Estado, al que acudió el nuevo monarca junto a su mujer, la australiana Mary Donaldson, acompañados por su hijo Cristian, de 18 años y nuevo príncipe heredero, y sus otros tres descendientes, los príncipes Isabella, Vincent y Josephine.

"Que Dios bendiga al rey", dijo la exsoberana con lágrimas en los ojos al dejar la sala, minutos antes que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, proclamará a Federico X, de 55 años, como rey en el balcón del palacio de Christiansborg.

La ascensión al trono de Federico, convirtió también en reina a su esposa Mary Elizabeth Donaldson, nacida en Australia hace 51 años de padres emigrantes escoses, y a quien conoció en un bar de la ciudad de Sídney durante los Juegos Olímpicos de 2000.

A pesar de las bajas temperaturas, una multitud se congregó en el centro de la ciudad y frente al palacio para asistir a la ceremonia, que marcó la segunda vez que un soberano danés abdica, dado que el único antecedente fue el de Erico III, en 1146.

Margarita decidió abdicar 52 años después de tomar el relevo de su padre, Federico IX y el anuncio de su abdicación, en la víspera de Año Nuevo, dejó a los daneses atónitos, incluyendo a su propia familia, ya que había insistido en numerosas ocasiones en que reinaría hasta su muerte.

Margarita, la última reina en ejercicio que quedaba en Europa tras la muerte de la británica Isabel II, justificó su decisión en problemas de salud después de someterse a una importante operación de espalda el año pasado, determinación que contó con el 80% de aprobación.

La policía reforzó su presencia en la capital, engalanada con banderas rojas y blancas para la ocasión, y en la que se destacaron carteles con agradecimientos a Margarita, conocida por su amor a las artes y su veta artística.

Al igual que su madre, Federico, príncipe heredero desde los 3 años, graduado en ciencias políticas por la Universidad de Aarhus y con formación militar, goza del apoyo de más del 80% de los daneses, y se espera que aporte un estilo propio a la casa real, que se remonta a la época vikinga del siglo X.

Como marca el protocolo de la monarquía danesa, ningún rey extranjero fue invitado al acto y el soberano, que no lleva corona ni tiene trono, cumple un rol principalmente representativo, aunque firma leyes, preside la formación del gobierno y se reúne con el gabinete.

Los medios locales destacan que Federico asumió responsabilidades cada vez mayores en los últimos años a la sombra de Margarita. "Cuando llegue el momento, pilotaré el barco", aseguró en 2022. "No quiero encerrarme en una fortaleza, quiero ser yo mismo, un ser humano", agregó en esa ocasión.

Sus biógrafos dicen que fue un adolescente solitario que reprochaba a sus padres que lo descuidaran para cumplir con sus obligaciones y que en años 90 se apasionó por los coches, la velocidad y los clubes nocturnos, al punto que no pocos lo consideraban por aquellos años como un príncipe mimado.

El periodismo local suele describir al futuro rey como una amante de los deportes y una persona simpática, además de capacitada para desempeñar sus funciones, al punto que los daneses han dado poca importancia a los rumores de infidelidad del príncipe con una celebridad mexicana, difundidos por la prensa española y británica.

(Con información de agencias)