Hacer la ciudad más amigable para los peatones y los ciclistas es el cometido de un grupo de consultores en urbanismo que estudiarán durante cinco meses cómo se puede modificar Montevideo de forma que sea la propia ciudad y sus espacios públicos los que inviten a los ciudadanos a ir al trabajo o a estudiar en bicicleta o caminando.
El proyecto parte de una iniciativa del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para ciudades emergentes y sostenibles que tiene como una de sus prioridades para Montevideo trabajar en la equidad territorial y la habitabilidad, según explicó a El Observador la especialista del BID, Verónica Adler. Con ese motivo, el experto en ciudades a escala humana, Jan Gehl –quien trabaja desde 1960 en transformar las ciudades para que sean amigables para sus habitantes– visitó
Montevideo, y su equipo de consultores trabajará en un plan piloto para aplicar en 18 de Julio la metodología de walkability. Eso supone el estudio del comportamiento de los peatones: para qué caminan, con qué objetivos, a qué hora y en base a esas necesidades se hace un diseño del espacio urbano. "Las propuestas de intervención son de bajo costo y alto impacto", aseguró Adler.
Sin embargo, según dijo a El Observador el experto danés Jan Gehl, el problema real de Montevideo no es 18 de Julio, sino que al haber cada vez más autos, el tráfico se hace más apretado y tiene como resultado un transporte público cada vez peor, sin espacio para transitar y por ende más lento. "Para mí no es realmente una buena idea empezar por el brazo y no mirar todo el cuerpo. Hay que ver toda la escena y ver eso en el contexto de todo el problema. Así es como intento ver las cosas desde hace 15 años", dijo Gehl.
Durante una charla en la Facultad de Arquitectura, el urbanista afirmó además que se debe invitar a los ciudadanos, a través de impuestos atractivos, a que vuelvan a vivier en el Centro de la ciudad . "No podemos darnos el lujo de tener un Centro vacío", sentenció.
Montevideo amigable
"Lo bueno es que en Montevideo hay tantas calles que se pueden usar algunas para otra cosa que no sean los autos", dijo Gehl durante la conferencia. Una de las propuestas de su visión para la capital de cara a 2030 está entonces en asegurar que la cantidad de ómnibus que circulan esté justificada, y utilizar alguna de las tantas calles para que sean exclusivas para bicicletas u ómnibus: "Si Montevideo tuviera esta estrategia en una de cada dos calles, sería una ciudad mejor", afirmó. Otra de las metas para 2030 es que un 25% de la gente vaya a trabajar en bicicleta y tener ciclovías en toda la ciudad. Además, 18 de Julio "podría ser una línea principal, un corredor para ómnibus, sin colectivos que hagan ruido", señaló el experto.
"Es una visión de pequeños pasos", dijo Gehl a El Observador. "No es hacer una gran autopista o un metro subterráneo, sino trabajar con lo que tenemos". Para el experto, la clave está en saber qué lugar se espera tener. "Es muy importante hacer planes todos los años para llegar a esa dirección y no importa mucho dónde se empieza, pero que la gente vea que se hace con seriedad", afirmó.