<i>Corazón valiente</i>, de Mel Gibson<br>

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Escocia quiere estirar su reinado como la nación más épica del cine

Dos estrenos próximos se suman a una lista que incluye batallas, figuras legendarias y héroes con pollera a cuadros
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27 de agosto de 2018 a las 05:02

 

Quizás el secreto esté escondido entre las tierras altas o las montañas verdes que cubren el paisaje escarpado de la antigua Caledonia. O en la sangre de los pictos, los clanes rebeldes que se resistían a la colonización romana y que lo hacían con lo que tenían al alcance de la mano. Puede que emane del trágico William Wallace, del ímpetu de María Estuardo, de la popularidad de Rob Roy McGregor entre los más desprotegidos; o tal vez provenga de la ficción, de Shakespeare plantando la semilla de la locura en la mente del rey Macbeth, obligándolo a enfrentar árboles para legitimar reinos ponzoñosos.
 
Salga de donde salga, cuando las gaitas comienzan a sonar, cuando el viento flamea los estandartes con violencia y los tambores repiquetean con fuerza, Escocia se hincha y respira a sus héroes del pasado. Cada nación tiene a los suyos y cada contexto los engrandece a su manera; sin embargo, el Medioevo en Escocia parece haberse empapado de una épica mayor que la de sus contrapartidas continentales, incluso más que en la vecina Inglaterra. Esto, al menos, es lo que parece suceder en el cine, que se ha encargado periódicamente de enaltecer las gestas escocesas con personajes inolvidables y que, con dos grandes estrenos en el horizonte, parece querer mantener la línea.
 
El primero y más cercano de todos es Legítimo rey (Outlaw King), una película de Netflix a cargo de David MacKenzie –director de la excelente Sin nada que perder– y con el rostro de Chris Pine en el de Robert The Bruce o Roberto I de Escocia, para quienes gusten de las traducciones monárquicas al español. Robert fue rey de Escocia a partir de 1306 y fue coronado poco tiempo después de la muerte de William Wallace –muerte es un eufemismo; el pobre fue ahorcado, emasculado, eviscerado, quemado, decapitado, cortado en trozos y repartido por toda Escocia–. Es recordado por estar durante varios años proscrito del reinado de Eduardo I de Inglaterra, y por liderar la victoria en Bannockburn, una de las batallas más importantes en las guerras de independencia escocesas.
 
La película abrirá el próximo Festival de Toronto y su adelanto, que fue publicado hace muy poco por Netflix, promete batallas enormes, luchas cuerpo a cuerpo y mucha épica gaélica al ritmo de las gaitas. El elenco lo completan Aaron Taylor-Johnson (Animales Nocturnos) y Stephen Dillane (Stannis en Game of Thrones). Se estrena el 9 de noviembre en la plataforma roja.
 
El otro gran estreno, aunque un poco más lejano, es Mary, Queen of Scots, que probablemente se traducirá como María, reina de Escocia, si los iluminados de las traducciones no inventan algo mejor en el camino. La producción se estrena en Estados Unidos este año y probablemente desembarque en tierras uruguayas el año que viene, sobre todo teniendo en cuenta que posiblemente su pasaje por los cines esté acompañado por algún que otro galardón –a la Academia le encantan estas películas–.
 
Mary, Queen of Scots se sitúa dos siglos después de Legítimo Rey y pone a dos pesos pesados de la historia británica en lados opuestos del ring: por un lado, Saoirse Ronan como Mary Stuart o María Estuardo o María I de Escocia; por el otro, Margot Robbie como Elizabeth Tudor o Isabel I de Inglaterra. Dos mujeres de carácter, dos gobernadoras legendarias y figuras históricas de fuste que, siendo primas, se enfrentaron y elevaron las tensiones dinásticas de las dos familias hasta las últimas consecuencias.
 

Con el kilt bien puesto

 

Estos estrenos que renuevan el sentimiento cinematográfico escocés no podrán, sin embargo, eclipsar al mayor héroe de la nación y a su épico retrato en el cine a cargo de Mel Gibson que –con la peluca y la falda a cuadros puesta– fue empujando a los ingleses de Eduardo El Zanquilargo desde Stirling hasta Falkirk, para luego caer con el grito de libertad en la boca. Y, así, con su tragedia, impulsar la independencia escocesa. William Wallace, señores y señoras.
 
Corazón valiente, la historia de Wallace contada por Gibson en 1995, es una de las películas más épicas del cine reciente. Caras pintadas, rostros rubicundos y lanzas al aire, las gaitas lloran mientras el héroe y sus clanes hacen surcos en la tierra y en los corazones del inglés invasor. Su música, a cargo de James Horner, y su final, que pone la piel de gallina, es el colofón para una de las cintas bélicas/medievales más importantes del Hollywood de 1990.
 
Pero además de la inolvidable gesta de Mel William Wallace Gibson, otras figuras y episodios de la historia antigua de Escocia han llenado las pantallas del mundo con fragor y épica. María Estuardo, sin ir más lejos, ya tuvo otras apariciones y películas con su historia, entre las que se destacan Mary of Scotland (1936), del mítico John Ford y con el protagónico de Katharine Hepburn.
 
De manera más próxima en el tiempo se estrenó otro retrato histórico escocés, pero esta vez sobre un héroe popular que durante mucho tiempo fue un bandido y un proscrito y que fue llamado "el Robin Hood escocés": Rob Roy. Este héroe de las tierras altas lideró a pequeños clanes jacobitas escoceses contra los ingleses en el siglo XVIII y su leyenda resurgió en la época contemporánea con la película Rob Roy (1995), que estuvo protagonizada por Liam Neeson, Jessica Lange, John Hurt y Tim Roth.
 
En la ficción, dos nombres surgen sobre el resto. Uno es shakespereano, clásico e inmortal. Es Macbeth, un personaje que originalmente fue histórico y que el bardo inglés tomó para crear una de sus obras más famosas. Macbeth ha tenido más de 15 revisiones en el cine, entre ellas una visualmente espectacular en la que Michael Fassbender encarnó al atormentado rey de Escocia, en 2015.
 
El otro héroe es, en realidad, una heroína y aparece en la animación. En 2012 Pixar estrenó Valiente (Brave), una de sus películas menos recordadas, pero que sin embargo funciona como un buen entretenimiento y una pequeña lección de historia y mitología escocesa para niños. Es, también, otra muestra de que en Escocia el heroísmo no es solo cosa de hombres y que su pasado épico incluye a princesas, héroes mutilados, bandidos rurales, osos parlantes, criaturas legendarias y reyes prohibidos. Y que a esta tierra de héroes medievales de pollera a cuadros todavía le quedan muchas historias para contar en el cine.
 

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