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Entre situación "catastrófica" y "asfixiante", remises acuden a la IMM por alternativas
Primero fue la llegada de Uber en 2015, que acaparó buena parte del mercado de transporte en vehículos privados. Y en marzo del año pasado fue la emergencia sanitaria, que hizo caer de forma drástica el movimiento de turistas y puso a trabajar a distancia a varios empleados, sin necesidad de trasladarse. Así, unas 300 personas dedicadas al rubro de remises operan en una situación entre "catastrófica" y "asfixiante".
Por eso, diversos representantes acuden desde fines del año pasado a la Intendencia de Montevideo (IMM) en busca de alternativas para sostener una actividad mermada, aunque señalan las dificultades en encontrar respuesta por parte de la comuna.
"Hoy no existe un remise que tenga doble dotación", afirmó Gustavo Pascuali, referente de la Cámara de Remises, en diálogo con El Observador. De esta manera explicó que el 50% de los choferes del rubro —que en tiempos normales trabajaban un turno y luego el auto pasaba a operar por otro turno con otro empleado— están en seguro de paro. "Es inviable que hoy una empresa tenga dos choferes en un día y los mantenga pagando el laudo. Y aquellas que trabajan con un chofer no están en condiciones de pagar horas extra, así que lo máximo que pueden hacer es ocho horas".
Esto implica unos 100 conductores en el seguro de desempleo. Entre propietarios y trabajadores, estimó Pascuali, quedan unos 150 en actividad. Un tercio de ellos están abocados a servicios fúnebres, mientras que unos 70 de los 100 restantes operan dentro de una agencia.
Dentro de este pequeño margen que funcionan de forma independiente, la situación es "asfixiante". Así la catalogó el remisero Miguel Ángel Tarela en una carta que elevó a fines del 2020 al director de Movilidad de la comuna, Pablo Inthamoussu. A pesar de varias semanas de no obtener respuesta, Tarela y un grupo de ocho firmantes de la misiva concretaron una reunión vía Zoom con el jerarca para el próximo 3 de febrero.
"Solicitamos que nos permitan trabajar con las aplicaciones (Uber-Cabify) que la realidad indica que cuentan con el 80% del mercado", exponen en la carta. "Si no puedes con tu enemigo, únete a él", fue la frase de cabecera de Tarela para redactar el pedido. El decreto que regula la actividad del transporte por aplicaciones —aprobado por la Junta Departamental en diciembre de 2016 y actualizado en mayo de 2019 tras un estudio de los economistas Gonzalo Márquez y Leonardo Goday— mandata a los permisarios a "aceptar viajes despachados únicamente por las plataformas habilitadas en las que esté debidamente registrado el vehículo".
Por eso los remises no pueden operar con aplicaciones de Uber y de taxis, de modo de que cada modelo se desempeñe según sus condiciones, con la normativa específica para cada uno. A pesar de los intentos de Tarela, Uber le ratificó en dos ocasiones las reglas vigentes.
Pascuali —a la vez titular de la empresa Carrasco Traslada— discrepa con la visión del remisero independiente. "Como Cámara aplaudimos la medida que promulgó la Intendencia, cada uno debe prestar su servicio en el eje de su actividad", declaró. "Algunos se colaron dentro de los prestadoras de servicio, pero el vehículo debe seguir atendiendo las necesidades del usuario, y no pueden mezclarse esas particularidades. La IMM no va a permitir que trabajen para las aplicaciones porque son dos conceptos distintos: tenemos el uniforme, un modelo de vehículo, de homologación, leasing, combustible", añadió.
La normativa departamental de la comuna explicita las obligaciones y categorías específicas de los remises dentro de los servicios privados de interés público. A modo de ejemplo, los conductores deben "vestir uniforme de saco azul y pantalón gris o traje y corbata oscuros con camisa de manga larga blanca o celeste y zapatos negros en el caso de los hombres, y talleur oscuro con camisa blanca y zapatos negros para las damas", y los autos deben estar identificados con una matrícula que indique su condición.
Tarela considera que la medida de la comuna es de interés de las agencias de remises, dado que los independientes —al no poder acceder a las aplicaciones— quedan obligados a incorporarse a las empresas. "Si ese es el análisis, están equivocados. Si quieren ser independientes, pasarse a una app los hace menos independientes que antes", responde Pascuali al ser consultado.
La intención de la Cámara de Remises, por su parte, consiste en replicar la iniciativa UY Remises, que se instaló en la terminal de Tres Cruces. Para ello contactó al departamento de Movilidad de la IMM, y asegura que no hay respuesta.
Cualquier cambio en el régimen de prestación del servicio —como el solicitado por Tarela para incorporarse a las aplicaciones de transporte— requerirá su tratamiento por parte de la Junta Departamental, dado que es un decreto el que lo regula.
