Elon Musk adquirió una participación del 9,2% de Twitter e hizo que las acciones del sitio se disparen un 25% en las operaciones previas a la apertura del mercado.
Según informó Infobae, la participación —valorada en cerca de US$ 3.000 millones al precio de cierre de la acción el viernes— fue definida como pasiva por Wall Street; es decir, que no busca cambiar el rumbo que sigue la conducción de la red social. Sin embargo, la compra de casi el 10% de la empresa es sugerente dadas las recientes declaraciones públicas de Musk y la cantidad de seguidores que tiene en la red social, que ahora llegan a 80 millones.
El fundador de Tesla criticó las políticas de la plataforma. Dijo que la empresa está socavando la democracia al no adherirse a los principios de la libertad de expresión: “Dado que Twitter sirve como plaza pública de facto, no adherirse a los principios de libertad de expresión socava fundamentalmente la democracia. ¿Qué hay que hacer?”, sostuvo Musk en el tuit publicado hace dos semanas.
Given that Twitter serves as the de facto public town square, failing to adhere to free speech principles fundamentally undermines democracy.
— Elon Musk (@elonmusk) March 26, 2022
What should be done? https://t.co/aPS9ycji37
Además, a finales de marzo el multimillonario de Silicon Valley dijo que estaba pensando seriamente en crear una nueva plataforma de redes sociales.
Hace cuatro meses el fundador de Twitter, Jack Dorsey, abandonó el cargo de director ejecutivo (CEO, por sus siglas en inglés) y le otorgó la responsabilidad a Parag Agrawal, antes director tecnológico (CTO, por sus siglas en inglés) de la plataforma. Uno de los proyectos del nuevo director ejecutivo es descentralizar Twitter para combatir la censura y el impacto del algoritmo; una de las principales quejas de Musk.
Junto a estos cambios llega la compra del fundador de SpaceX que —con el 9,2% de la compañía—, se convierte en el máximo accionista de Twitter por delante del grupo Vanguard (8,79%) y de Morgan Stanley (8,76%). La inversión de Musk fue de unos US$ 2.900 millones.
La agresiva operación de Musk en la acción de Twitter se produce en pleno escrutinio del regulador del mercado de capitales de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) sobre las actividades de difusión que realiza Musk en Twitter y que podrían ser constitutivas de delitos de manipulación de valores y conflictos de interés.
El multimillonario de Silicon Valley tuvo que pasar por tribunales como consecuencia de un mensaje que publicó en 2018. Allí señaló que tenía financiación asegurada para retirar a Tesla de la bolsa a US$ 420 por acción, información que disparó la cotización de la empresa y luego, resultó no ser veraz. En el juicio Musk llegó a un acuerdo: pagó una multa millonaria y dejó de ser el presidente de Tesla, aunque se mantuvo como CEO.
Lejos de abandonar sus polémicos mensajes relativos a la información financiera de Tesla, a finales de 2021 comenzó a preguntar a sus seguidores si debería vender parte de sus acciones —en concretó señaló el 10% de la empresa— para poder afrontar el pago de impuestos con el tesoro de Estados Unidos. Tras esa encuesta comenzó a vender títulos a mercado de forma masiva cumpliendo lo adelantado en sus mensajes a través de la red social.
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