Colin Angle tenía dos años y medio cuando arregló en su casa la cisterna del baño. Eso, al menos, asegura él. "Un buen hogar inteligente debe construirse con la idea de que nadie tenga que programar nada; los servicios básicos simplemente funcionarían". Así lo ha prometido el CEO de iRobot, quien cree que su dispositivo estrella, la aspiradora robótica Roomba, podría liderar al resto de aparatos inteligentes de una casa. iRobot vendió más de 20 millones de unidades a nivel global.
En los primeros años de iRobot, Angle y su equipo diseñaron los rovers controlados para las misiones a Marte de la NASA en 1997. Su nombre está inscrito en el casco del robot explorador Spirit.
Antes de fundar iRobot en 1990, Angle trabajó en el Laboratorio de
Inteligencia Artificial del MIT, donde se unió por primera vez con los cofundadores Helen Greiner y Rodney Brooks. Su tesis fue la creación de Genghis, un robot andante de seis patas que ahora se encuentra en el Smithsonian National Air and Science Museum en Washington.
No obstante, Angle siempre se ha lamentado de que la industria robótica lleve años malgastando tiempo y dinero en androides y humanoides de escasa utilidad. Él afirma que nunca soñó con crear
robots que hablen, tengan piernas o salten; su objetivo es que sean útiles.
"Cuando fundé iRobot pensábamos que los robots caminarían por las aceras y cocinarían hamburguesas, pero es que 25 años por delante ¡es una eternidad! Hemos conseguido mucho menos de lo que esperábamos. Para la gente del cine y la literatura es fácil, pero crear un producto que haga las cosas que imaginamos es un reto gigantesco", dijo en una reciente entrevista.