Es día de Pícnic! y, mientras que las hojas de los árboles de estas latitudes amagan con caerse y en el norte las flores se abren y los frutos preparan su dulzura, nuestros cuerpos cambian de frecuencia, casi siempre sin que nos demos cuenta del todo. Sigo leyendo sobre flores y rituales y esta semana quiero contarte sobre el hanami, una tradición milenaria japonesa que honra una de las floraciones más espectaculares del planeta: la de los cerezos en primavera. Los sakura, así se llaman estos árboles en japonés, tiñen de rosa a todo un país, y los japoneses salen masivamente a parques, senderos y praderas a celebrar ese milagro de la naturaleza con una tradición, el hanami, que significa “contemplar las flores”. Lo que hacen es observar, escuchar el viento entre las flores de cerezo y pensar. Luego viene un pícnic, claro. Es un homenaje a la belleza de la naturaleza y a los procesos que nos han permitido seguir pisando este planeta.
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