Cristina-Perez-Entrevista

El Observador Te Ve > Presenta su nueva novela

Cristina Pérez: “Estaba buscando una historia y un día soñé el argumento de este libro”

La periodista y escritora presenta “Tiempo de Renacer”, un thriller que nos transporta al Renacimiento en Florencia, donde se cruzan una búsqueda de identidad, el cuadro más famoso de Botticelli y hasta las vidas pasadas.
Tiempo de lectura: -'
04 de diciembre de 2023 a las 14:41

En el día de la presentación de su cuarta novela, Cristian Pérez, la reconocida periodista y escritora, habló en exclusiva con El Observador sobre “Tiempo de Renacer” y contó algunos detalles de su argumento. Una historia que se originó en un sueño y se centra en la figura de Simonetta Vespucci, la musa inspiradora de Sandro Botticelli y otros pintores del Renacimiento florentino. 

 

Hoy es la presentación del libro y para vos no es la primera vez en esta situación: sos una persona súper acostumbrada a la cuestión pública. Pero ¿de qué manera te enfrentás a todo esto cuando es algo tan propio como un libro? ¿Qué sensaciones se te cruzan? 

Estoy muy feliz. Ayer, en un momento, me estaba preparando para la primera entrevista que di sobre el libro y me emocioné hasta las lágrimas. Cada libro es especial porque es algo en lo que uno cree en soledad; primero, solo con sus editores. Y es un camino que lleva mucho tiempo. Lleva una profundización de la historia hasta el punto en el que esa historia se hace parte de tu propia vida, se va haciendo una parte orgánica de vos. Y cuando un día lo entregás a los editores empieza otro camino: ese que concluye el día que lo ofrendás a los lectores. Para mí es parte de un rito y de un proceso de vida y de creación. En mi, escribir es una vocación tan profunda como esencial; lo hago desde que era una niña y cuando pude materializarlo me sentí plena como nunca. Así que hoy lo vivo como un gran acontecimiento, como cuando tenés esos momentos importantes de la vida: vas a recibir un título o das el sí. Es como dar vida también. 

¿Cómo llegás a la historia? ¿Se llega primero como una idea que después se desarrolla, o primero se buscan los personajes y, a partir de eso, se empieza a construir el argumento? 

Mirá, yo tengo un método desarrollado para escribir mis novelas que lo fui, de alguna manera, perfeccionando a lo largo de la escritura. En los hechos, este es mi cuarto libro publicado, pero es el quinto libro que escribo porque tengo otra novela no publicada. A ninguna historia se llega de igual manera: como autor, uno sabe que está buscando una historia. Y vos la reconocés cuando se te vuelve inevitable escribirla, porque prácticamente esa idea se apodera de vos. Este libro, para mi, es el que empezó más misteriosamente. Yo venía con mucho deseo de encontrar una historia; habíamos viajado a Italia con mi marido en enero pasado y tenía la ilusión de encontrar una historia durante el viaje, así que me pasé los días tomando notas de cosas que veía… pero finalmente no encontré nada. Y el mismo día que volvimos tuve un sueño: soñé el argumento de este libro. Lo soñé exactamente; es decir, una mujer que está parada frente al cuadro “El nacimiento de Venus”, de Botticelli, y se mira ahí como en un espejo. No sólo ella es idéntica en la vida real sino que el cuadro le responde como un espejo. Y en ese momento, la experiencia es tan fuerte que ella cae desmayada. Acto seguido, me soñé escribiendo eso en un argumento: que ella sentía que podía haber sido en otra vida la mujer del cuadro. Me desperté de un salto y escribí todo lo que me acordaba del sueño. Luego escribí un texto medio poético que me salió casi a la par de todo eso, que es un texto precioso que está al comienzo del libro, y después me puse a investigar. ¿Quién es esta mujer del cuadro?, ¿qué onda?, ¿qué pasa? Y ahí empecé a encontrar datos históricos que me terminaron de asombrar: parecía un material que me estaba esperando. Así nació el libro. Me pasé cinco días encerrada en casa sin salir ni a comprar pan y, una semana después, ya con la investigación realizada, hablé con mi editor Genaro Press y le dije: “Tengo esto”.  Escribí esta novela en seis meses y pico, en un año súper difícil, con lo cual para mí es un libro muy mágico. Es como una gran regresión por cómo vino y me parece que tiene como esa semilla del renacer. 

"Tiempo de Renacer" se centra en "El Nacimiento de Venus", el cuadro más famoso de Sandro Botticelli.

 

¿En algún momento, en el medio de toda esa vorágine o después, te detuviste a pensar en eso: en el sueño, en cómo te llegó la idea de este libro, en qué significa?

No dejo de pensar en cómo me llegó y eso es maravilloso porque el misterio es un estado, en este sentido, magnífico porque te acerca a tu sensibilidad. Cuando vos estás ante un misterio tus sentidos se preparan para ese asombro, para buscar, para hacerte preguntas y para abrir puertas. En el libro te vas a encontrar con un montón de puertas que se abren, no solamente a procesos históricos maravillosos como el Renacimiento, sino a cómo es posible que una mujer se haya transformado en un culto en una época donde no había redes sociales, donde no había Hollywood, donde no había ni cine ni teatro como lo conocemos hoy, con su capacidad masiva. Y, sin embargo, pervive en todos nosotros al punto tal que todos la conocemos - y nadie la conoce- gracias al arte. Y después te transporta a la vida emocional de ese cuadro; al vínculo del pintor con ella, y al rol de ella en el círculo más poderoso de esa época, que fue vital para el Renacimiento. Finalmente te lleva a un punto fundamental, que es algo que marca ese tiempo histórico: la reconciliación entre la belleza y la bondad, entre la carne y el espíritu, entre lo material y lo abstracto. Eso también es el Renacimiento que, en definitiva, reconcilia al hombre con su aspiración divina a Dios. Ya no es el hombre de la Edad Media, que se flagela, que se castiga, que reniega de su carne, sino un hombre que celebra su humanidad en función de su Creador. Todo esto es lo que el libro termina abriendo tras distintos velos que se corren. Y tras la historia de Helena. Entonces, desde ahí, es un libro muy potente porque yo creo que no hay momento en la historia que le permita a una persona encontrarse con la autoestima y con la capacidad creadora de la especie como esa época. Pensá que estamos hablando de un tiempo en el que, por tres décadas, convivieron en la misma ciudad Leonardo da Vinci, Sandro Botticelli y Miguel Ángel Buonarroti, solo por ponerte tres ejemplos. 

Sos una de las periodistas más reconocidas del país y trabajás, desde hace muchos años, en el periodismo de actualidad y en el análisis político. Imagino que vivís conectada con eso casi las 24 horas. Y uno tiende a pensar que el trabajo del escritor requiere ciertos tiempos que, desde afuera, parecieran medio incompatibles con la vida de un periodista que tiene que estar a día a día atrás de las últimas noticias ¿Cómo hacés para compatibilizar esos dos mundos? 

Bueno, básicamente, porque en mí existen esas dos personas: la que se dedica al vertiginoso trabajo de las noticias, que vive en el último minuto, y la que tiene una dimensión muy profunda y dedica una parte de su tiempo mental y espiritual, como puede, a la lectura. Soy una persona que trabaja todo el día y no te exagero: no hay un horario del día en que no esté trabajando, quizás sólo cuando me siento a cenar. Pero para mí el trabajo no es algo que me me signifique un problema: es mi felicidad, amo lo que hago y la escritura. Y, sobre todo, la lectura. Son una dimensión profunda de mi felicidad; yo no sería feliz si no tuviera mis libros y si no pudiera escribir ficción como escribo. Para mí es una parte constitutiva, y cuando algo te constituye, vos encontrás el tiempo. Cuando algo te hace feliz, no te importa desvelarte, no te importa ir escribiendo en el auto que te lleva al canal, no te importa quedarte los fines de semana en tu casa escribiendo en vez de salir, no te importa escribir en los aviones o en las salas de espera. Ahí sí lo que juega, en mi caso, es el método: yo estoy muy bien organizada. Cuando encuentro una historia primero hago la investigación y, una vez que tengo eso organizado, desarrollo todo mi plot. Antes de empezar a escribir el libro tengo la sinopsis de todos los capítulos. Entonces después voy armando las piezas: convierto esa sinopsis en un capítulo y así empieza el proceso. 

Cristina Perez contó que el argumento del libro se le apareció en un sueño

 

¿Habías pensado en escribir sobre vidas pasadas? ¿Era algo que te estaba dando vueltas? 

No. Y era un tema que no conocía. A tal punto que para poder escribir esta novela hablé con mi hermana Lourdes, que estudia estos temas de toda la vida, temas como vidas pasadas o terapias alternativas, y le dije “necesito que hagas un trabajo para mi: que me armes un dossier sobre vidas pasadas con absolutamente todo lo que haya empíricamente asentado, cómo se desarrolla la metodología, casos de pacientes,  quiénes la practican…” Porque cuando soñé esto dije “lo quiero escribir, pero no desde un punto de vista crítico de este proceso. Quiero que sea verosímil, quiero que a mi personaje le pase esto y sea creíble, sin juzgarlo, sin pensarlo desde mi, desde lo que creo o no creo”. Lo primero que tiene que hacer un escritor es construir sus personajes sin que sean uno mismo. Así que a partir de toda la información y otras entrevistas con gente que sabía del tema, empecé a construir mi historia de ficción. Me preocupé mucho porque el libro no estuviera cruzado ni por mi propia visión de la cuestión ni por mi mirada agnóstica de la religión o una postura crítica. Traté de que no estuviera atravesado por mi racionalidad, porque eso iba a afectar la magia del proceso. Y creo que eso me permitió hacer un libro donde pude respetar el tipo de experiencia que alcanzan las personas que tienen esta inquietud, se convencen de que vivieron otra vida y piden ayuda para hacer una regresión. Porque hay gente que tiene sueños recurrentes, gente a la que se le presentan visiones -como mi personaje-, gente que tiene una marca de toda la vida y esa marca los lleva a una vivencia anterior… Como dicen los que saben de este tema: para esas personas la regresión significa la posibilidad de de encontrar fragmentos de su alma en otro tiempo. Entonces yo quise que mi libro estuviera permeado de esa experiencia mística que viven esas personas. 

¿Hay algo que hayas encontrado de vos misma, que hayas descubierto de tu propia persona, en el camino de escribir este libro, en linea con la búsqueda de Helena? 

Dos cosas. Una, reconfirmé que la búsqueda de nuestra verdad nos calma, nos lleva al eje de de nuestro ser. Helena busca su verdad y la va encontrando de distintas maneras, pero la búsqueda de nuestra verdad es lo que nos quita la angustia. Como dice el texto del comienzo: nuestras angustias son sólo preguntas que están esperando que las respondamos. Y, por otro lado, fue un año muy importante en mi vida: fue el año en que me comprometí, que di el sí por primera vez. Y también fue el año en que mi madre atravesó una enfermedad muy cruel y la perdí. Esas dos cosas son únicas en la vida: es mi gran amor y mi gran dolor. En ese sentido, durante este año, yo también estuve en un proceso de renacer. Con lo cual, si bien cuando comenzó el año no pensé que pudieran pasar todas estas cosas, el libro llega en la misma sintonía que mi vida. 
 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...