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Cómo es el duro concurso basado en la serie "El Juego del Calamar" que cuenta con uno de los mayores premios en efectivo de la historia de la TV
Misteriosos guardias enmascarados con overoles rosas, una muñeca gigante que canta y una suma de dinero tan grande que le puede cambiar la vida al ganador... todo esto es parte del regreso de "El juego del calamar".
La serie de Netflix regresa a las pantallas, pero esta vez como un reality show en el que 456 jugadores reales pelean por premios que, en conjunto, suman US$4,56 millones, una de las mayores recompensas en efectivo en la historia de la televisión.
El gigantesco set es lo primero que llama la atención sobre “El juego del calamar: el desafío”, y luego comienza el espectáculo con cientos de aspirantes con uniformes verdes tratando de cruzar una línea sin que los vea una muñeca de 4,2 metros de altura que gira furiosamente.
“Se sentía como si fuera real, no te sentías en un espacio ficticio", le dijo a la BBC el concursante Lorenzo Nobilio, de 26 años.
La diferencia es que, en el reality, a los jugadores que se tropezaban los elimina un tinte explosivo controlado, y no una bala real como en la serie.
Nobilio, italiano radicado en Londres, lo describió como el reto físicamente más difícil del programa y dijo: "Pasé la línea en siete horas, fue mucho tiempo, pero el programa se llama ‘el reto’, no son unas vacaciones pagadas en las islas Canarias."
El reto
¿Siete horas? Sí, escuchaste bien. Con tanto dinero en juego, un equipo de jueces (abogados capacitados) estuvo revisando las imágenes cuadro por cuadro para detectar quién debía ser expulsado.
El programa fue noticia a principios de este año, cuando algunas personas recibieron tratamiento médico durante el rodaje y los concursantes se quejaron de las condiciones gélidas que tuvieron que enfrentar grabando en Reino Unido.
"No fue mucho peor que muchos otros programas sin guión como Survivor", afirmó el productor ejecutivo Stephen Lambert, de Studio Lambert, la productora que también está detrás del exitoso programa The Traitors.
"Cuando estás entregando un gran premio, queda siempre claro que será un programa especialmente duro”.
Ese enorme premio atrajo solicitudes de 81.000 personas de todo el mundo, antes de que el grupo se redujera a 456 concursantes.
Los concursantes
Los participantes de Squid Game: The Challenge -la mayoría de ellos estadounidenses- incluyen una madre y su hijo, y un hombre de 69 años.
"Estábamos interesados en los juegos como una prueba de la naturaleza humana, por lo que queríamos la mayor variedad posible de personas", explicó otro de los productores ejecutivos del programa, John Hay, de la productora The Garden.
Cuando no participaban en los juegos de la serie, como cortar obleas con una aguja, o juegos nuevos, como “acorazados”, los concursantes estaban completamente inmersos en el universo del Juego del Calamar.
Sin teléfonos, confinados en un dormitorio estilo prisión, durmiendo en literas de cinco camas de altura y sobreviviendo con comida racionada servida por esos guardias amenazadores.
"Mi estrategia era que si me mantenía bien alimentado [escondiendo segundas porciones debajo de su edredón], seré, en realidad, más fuerte que los demás y tal vez podré ganar", dijo Nobilio.
El espacio de convivencia tipo Gran Hermano también proporcionó tiempo suficiente para que se formaran alianzas. Los jugadores también tienen la oportunidad de eliminar a otros, como parte del objetivo de los productores de crear drama y revelar las personalidades de los participantes entre cada uno de los retos.
Las críticas
Pero, ¿qué pasa con las críticas de algunos fanáticos de la serie "El Juego del Calamar", que creen que este concurso va en contra del mensaje del programa original?
El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, dijo que la historia "era una alegoría o fábula sobre la sociedad capitalista moderna".
En la serie, la más vista de la historia de Netflix, los concursantes surcoreanos endeudados compiten en una serie de juegos infantiles para lograr un enorme premio en efectivo que solo gana el último jugador sobreviviente.
El productor ejecutivo del concurso señala han invertido esta idea, por lo que los participantes están impulsados por la oportunidad más que por la necesidad.
"Les estamos dando la oportunidad más grande y resulta que eso es tan fuerte como una motivación personal y una historia".
Esta idea no llegó a los críticos, quienes señalaron la contradicción, pero al final, terminaron dándole el visto bueno al programa.
El diario inglés The Guardian lo calificó como el reality show más apasionante desde The Traitors y le dio cuatro estrellas. También dándole cuatro estrellas, el medio británico Radio Times concluyó que era "más intenso que la exitosa serie".
Mientras tanto, el Evening Standard prefirió calificarlo de "imitación de mala calidad", otorgándole apenas dos estrellas.
Los productores están esperando a ver si realmente logran conquistar al público.
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