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Barrabrava: la serie de Amazon grabada en el Parque Central que se adentra en la violencia en el fútbol
La hinchada salta y tiembla el piso. El golpe rítmico de los bombos inyecta adrenalina hacia cada extremo de los cuerpos que agitan o increpan a los jugadores. Las voces de los hinchas corean las canciones que heredaron entre las tribunas. Los trapos cuelgan del alambrado. Y en el centro de la popular, la barra del Club Atlético Libertad del Puerto maneja uno de los negocios más turbulentos del fútbol. Gol.
Barrabrava, la serie producida por Cimarrón y creada y dirigida por Jesús Braceras (Monzón y Todos contra Juan) para Amazon Prime Video, se acerca desde la ficción a un fenómeno social que se ha institucionalizado en las canchas de Latinoamérica. La violencia que mueve a uno de los deportes que genera pasiones entre sus fanáticos y las redes de poder que se tejen en torno a las barras del fútbol, pero también las relaciones afectivas detrás de la camiseta.
Cualquier decisión que tenga que ver con el club primero tiene que pasar por la barra: poner un puesto de chorizos, estacionar el auto afuera del estadio y mantener los vidrios intactos, vender banderas, camisetas o entradas. Ni hablar de droga. Si querías ser presidente o jugador, siempre tenés que hablar con la barra. Y hablar con la barra es sinónimo de guita.
“Estabilidad, equilibrio, armonía. Un círculo perfecto donde todo fluía. Políticos, policía, dirigentes, jugadores: todos contentos. El Tío era el único garante de la paz”, dice la narración en el primer episodio sobre el histórico líder de la organización interpretado por Gustavo Garzón.
La débil sensación de armonía se hace pedazos con la llegada de un fax. La venta más grande de la historia del club se negociaba a espaldas de la barra y los dirigentes de un club humilde se debatían entre vender un pase multimillonario o conquistar el tan deseado ascenso gracias a las piernas de su jugador estrella. Ellos deberían saber que nada sucede en el club sin que la barra lo autorice, y se lleve su porción. El Tío, que en el fútbol hay cosas inesperadas.
El club es de la gente (o de las barras)
Una lluvia de cenizas sobre la barra del Club Atlético Libertad del Puerto como un aguacero seco y volátil. Los restos del Tío, que deseaba ser esparcido en la popular del club de sus amores después de la muerte, caen en la cara de los mismos que le quitaron la vida.
Los ocho episodios se centran en los hermanos César y Adrián “El Polaco” Urrutia, interpretados por Gastón Pauls y Matías Mayer respectivamente, que pondrán a prueba su hermandad mientras intentan recuperar el poder en medio del reordenamiento de la barra después de la muerte de su tío como William Wallace en Corazón Valiente. El poder, en los códigos de la tribuna, equivale a dinero y respeto.
Pero la serie va más allá de los manejos del poder, la política y el microtráfico para adentrarse en el verdadero aspecto central: la historia familiar y afectiva de los vínculos que se establecen alrededor del paravalanchas. Las amistades, los amores y las traiciones. Y los que encuentran en la cancha un lugar de pertenencia.
“La serie aborda el tema de la pasión y los bordes pocos claros que tiene. Estamos acostumbrados a que en el mundo del fútbol la pasión se desborde permanentemente, en las canchas, en las afueras y hasta en las plazas. Y las familias también están cruzadas por el amor, por la pasión, y en la que retrata la serie hay muchos secretos, muchas cosas no dichas, muchas cosas no aclaradas, muchos roles muy rígidos que también tienen que ver con el supuesto macho argentino, que debe defender a muerte la camiseta y también a cada integrante de tu círculo íntimo”, dijo Pauls en una entrevista con Página 12.
Barrabrava no escapa de las vueltas delictivas ni de los enfrentamientos sangrientos entre barras como guerreros medievales. De lo crudo de la pobreza ni el dolor que generan las balas que entran sin golpear la puerta en un barrio en el que la merca se corta con yeso y se le reza al Gauchito Gil y San La Muerte. "Lo que me hizo encarar este proyecto es haber sentido que el universo de violencia alrededor de los fanáticos de los equipos de fútbol no se ha mostrado con profundidad y realismo”, dijo el creador de la serie a Filo News.
En el mismo sentido se expresó el trapero –y ahora actor– Neo Pistea, que se convierte en uno de los personajes más entrañables de la serie: “Hay unas bajadas de realidad muy fuertes. Yo, que vengo de lugares así, de un barrio mega bajo con un montón de problemas y violencia, todo el mundo se expresa así en la serie. Cuando miro otras series es una fantasía de cosas que no pasan”.
La producción plantea una representación de la exclusión. Una crítica social que antecedieron ficciones como Okupas y El marginal, con un elenco que ofrece actuaciones logradas, momentos dramáticos contrastados por pasajes de humor y algunos personajes que vuelven cada vez más queribles a medida que pasan los episodios. Tras su estreno, Barrabrava prepara su segunda temporada.
El intento de reparación del vínculo entre El Polaco y Ximena –la hija de la que no se hizo cargo en 15 años–, Mel Gibson en Corazón Valiente, la resiliencia de una madre que absorbe todos los golpes de una vida vinculada al fútbol, el sueño del campito, el reparto de barrios con la policía, No More "I Love You's" de Annie Lennox, el espiral de las adicciones, el lugar de la política, los “mejores fideos con tuco del mundo" y varias balaceras se conjugan en una serie dinámica que se acerca desde la ficción a lo que pasa cuando las luces del estadio están apagadas.
La serie incorpora a los personajes femeninos a la historia por fuera del malgastado estereotipo de la botinera. Expone las circunstancias de las mujeres que sostienen las casas, los hijos y las vidas de los barras. Son las que mandan en los hogares, las que deciden a nivel doméstico y las que viven con las consecuencias. Las que se ven en la cancha son contadas, hasta que la llegada de Ximena mueve el interés por el fútbol femenino, tan menospreciado por los clubes y los dirigentes.
A pesar contar una historia porteña, la serie se rodó en Montevideo en 2021 y las referencias cotidianas no pasan desapercibidas para los uruguayos. Desde la cancha del Gran Parque Central con el escudo del Libertad, el predio del antiguo Mercado Modelo, el Club Neptuno o el complejo de viviendas Euskalerría forman parte de las locaciones de la ficción.
Pero también las caras. La más destacada es sin dudas la del cantante de plena Martín Quiroga como Tres Dedos, el líder de la barra del club San Andrés que se enfrenta a los hermanos Urrutia por el control de una villa. Pero también aparecen los rostros del conductor Kario Herrera, el periodista deportivo Julio Ríos o el murguista Raúl “Flaco” Castro. Incluso un simpático cameo de El Show del Mediodía que se siente como un guiño local.
El elenco se completa con Violeta Narvay, Mónica Gonzaga, Miguel Ángel Rodríguez, Cristian Salguero, Martín Oviedo, Paloma Contreras, Liz Solari, Candelaria Molfese, Pablo Alarcón, Roberto Vallejos y Ángelo Mutti Spinetta.
Entre enfrentamientos, discrepancias y situaciones insólitas, los hermanos Urrutia descubren cuál es el precio que hay que pagar por controlar todo lo que se roba, vende, trafica o esnifa en las inmediaciones del club del ascenso.
