Arranca la Cumbre de la Amazonía, para salvar a la mayor selva tropical del planeta

El encuentro se realiza en Belén, capital del estado brasileño de Amazonia, y asisten los presidentes de Bolivia, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela, además de Brasil, mientras que Ecuador y Surinam están representados por ministros.

"Tenemos dos presidentes que llegan con compromisos fuertes: el de Colombia (Gustavo Petro) hablando de petróleo cero, y Lula hablando de deforestación cero", destacó el lunes la ministra brasileña de medio ambiente, Marina Silva, en referencia a los lideres de la iniciativa.

La Amazonía, considerada como pulmón del planeta, es un territorio de 6,3 millones de kilómetros. Posee las mayores reservas de agua dulce, es hogar de 10% del conjunto de especies de animales y plantas de la Tierra, y de alrededor de 50 millones de personas. Entre ellas, más de 400 pueblos originarios.

La comunidad científica ha alertado que su destrucción se encuentra en riesgo de alcanzar un punto de no retorno, o de inflexión ecológica, a partir del cual emitiría más dióxido de carbono del que es capaz de absorber, agravando el calentamiento global.

Los acuerdos estarán plasmados en la "Declaración de Belém", que será adoptada al final de la primera jornada.

La declaración, que viene siendo negociada por los ocho países en el último mes, dará "instrucciones" para que los gobiernos implementen "nuevas metas y nuevas tareas", explicó el canciller del país anfitrión, Mauro Vieira.

"Tenemos que preservar (la Amazonía) no como un santuario, sino como una fuente de aprendizaje para la ciencia del mundo entero, para hallar una forma de preservar ganando dinero, para que el pueblo que vive aquí pueda vivir dignamente", dijo Lula durante un acto oficial en Santarém, otra ciudad amazónica en Pará, la víspera de la cumbre.

Uno de los principales retos será lograr metas comunes para erradicar la deforestación, motivada especialmente para destinar la tierra a la pastura del ganado, pero que también es alimentada por la minería ilegal, el tráfico de madera, de armas y drogas.

Organizaciones de la sociedad civil han presionado para que los demás países adhieran al compromiso brasileño de erradicar la deforestación para 2030, aunque en los últimos días los ministros anfitriones sugirieron que esto puede tomar más tiempo.

"Cada país tiene su dinámica, no trabajamos con imposición de pensamiento, es un proceso de consenso progresivo", aseguró Marina Silva.

El encuentro de este martes es visto como un ensayo para la conferencia mundial COP30 contra el calentamiento global, que reunirá a la comunidad internacional en 2025 en esa ciudad.

Y también como una prueba de liderazgo de Brasil y la región en materia climática.

El miércoles, los mandatarios de la OTCA se reunirán con representantes del Congo, la República Democrática del Congo (RDC) e Indonesia, países que también albergan en sus territorios bosques tropicales, así como otros invitados como Francia, Noruega y Alemania, países desarrollados que financian parte de los programas.

El primer acuerdo para preservar la Amazonia data de 1978 y en 1995 surgió la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, integrado por ocho naciones que constituyen el único bloque socioambiental de la región latinoamericana.

(Con información de agencias)