El próximo 12 de octubre, el asteroide 2012 TC4 (de unos 10 y 30 metros de tamaño) pasará a unos 7.000 kilómetros de la Tierra y la agencia espacial estadounidense quiere aprovechar la ocasión para poner a prueba su red de defensa planetaria.
El objetivo es utilizar este asteroide para probar la red mundial de detección y rastreo de asteroides. 202 TC4 podría ser mínimamente más grande que la roca espacial que golpeó la atmósfera terrestre en febrero de 2013, cerca de Chelyabinsk, Rusia.
La NASA utilizará grandes telescopios para detectar el asteroide y restablecer su trayectoria precisa.
"Este es el objetivo perfecto para tal ejercicio porque, si bien conocemos la órbita de 2012 TC4 lo suficientemente bien como para estar absolutamente seguros de que no impactará en la Tierra, todavía no hemos establecido su camino exacto", explicó Paul Chodas, gerente del Centro de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO) de la NASA.
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