Nefertiti fue el primer astronauta arácnido que sobrevivió su viaje de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacioanl (EEI). La araña saltadora (
Phidippus johnsoni) murió, no obstante, pocas semanas después de su regreso a la Tierra, anunció este martes el Instituto Smithsonian
en su cuenta de Facebook.
El Museo Nacional de Historia Natural de este instituto con sede en Washington D.C, Estados Unidos, se acababa de convertir en el nuevo hogar de "Neffi" tras su llegada al planeta. El 29 de noviembre incorporaron la araña a su zoológico de insectos, pero cinco días más tarde, un miembro del
staff la encontró sin vida en su vitrina de exposición.
"Neffi vivió 10 meses. El promedio de vida se esta especie típicamente llega a un año", explicó el Smithsonian en el mismo
post en la red social.
De Egipto al espacio
¿Cómo hará una araña de esta especie, que salta para atrapar su presa, para cazar en el espacio? ¿Adaptará su técnica predadora a la falta de gravedad? El joven de 18 años Amr Mohamed, de Alejandría, Egipto, se hizo estas preguntas. Luego, formuló las mismas interrogantes en el Laboratorio Espacial de YouTube, un concurso en el que se insta a los jóvenes a sugerir experimentos que puedan llevar a cabo los astronautas en el espacio. Amr fue uno de los dos ganadores.
'Neffi' vivió 10 meses. El promedio de vida se esta especie típicamente llega a un año", explicó el Smithsonian en su cuenta de Facebook
Como consecuencia y premio, enviaron a la araña saltadora al espacio. La llamaron Nefertiti "en honor a la historia de Egipto", recoge el
sitio Collect Space. Durante 100 días, entre julio y octubre de este año, la astronauta a bordo de la EEI, Sunita Williams, se encargó de observar y reportar el comportamiento de la araña.
Nefertiti demostró que su especie es capaz de adaptarse a la "gravedad cero": logró modificar su comportamiento de alimentación a la falta de gravedad del ambiente y pudo seguir cazando, incluso en el espacio.
En total, la araña saltadora recorrió 66.900.000 kilómetros, tras dar la vuelta al mundo 1.584 veces. Cuando regresó a la Tierra, volvió a adaptarse, esta vez a la vida con gravedad.
"Esperamos que conocer su historia inspire a las mentes jóvenes a pensar en las posibilidades de la ciencia", dijo con
motivo de la incorporación de Nefertiti al museo el director del mismo, Kirk Johnson.
En efecto, la araña astronauta seguirá presente en el instituto y no solo en espíritu: su cuerpo será parte de la colección de especímenes del museo.