Los selfie-sticks merecen nuestro respeto. En principio, porque nos permitieron liberar el brazo, tener más precisión y sacarnos del infierno de la autofoto. Pero tienen sus problemas también: son bastante dificiles de llevar en una mochila mediana, en algunos lugares están prohibidos (tip: no vayan a Disney con uno), y, depende de la facilidad de agarre, a veces siguen mostrando al brazo en la toma la foto.
Podo es una cámara que se presenta a sí misma como un digno contrincante del selfie-stick. Es una cámara que se activa a control remoto y se pega a cualquier supeficie, haciendo obsoleto al bendito palo.
Características
La cámara es pequeña pero potente, con ocho megapíxeles que están a la altura de cualquier smartphone moderno. Una vez que el usuario la pega a la pared, la cámara se conecta via bluetooth a cualquier celular y desde ahì deja sacar la foto; es parecida a una Go Pro pero más económica.
Empezó, como muchos proyectos de este estilo, como una idea de unos amigos de la universidad de California que lanzaron la idea en
Kickstarter y recibieron financiación colectiva por US$ 427.565. Ya está a la venta masivamente: sale US$ 99. Atentos si viajan.