Molestias de los videojuegos y los peores ofensores
Los juegos más pecadores en distintos aspectos
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04 de junio de 2016 a las 05:00
Puertas trancadas
Las puertas trancadas pueden presagiar o un buen botín o algo muy maio. El problema aparece cuando no hay forma de saberlo porque la llave de esa puerta se encuentra o muy escondida o no es una llave en sí misma.
Peor ofensor: Silent Hill
Cinemática
Últimamente los videojuegos siguen la costumbre de ser creados como películas interactivas. Pero cuando la cantidad de video es mayor que las horas de juego, eso pasa a ser una mala costumbre.
Peor ofensor: Metal Gear
Niveles subacuáticos
Bajo el agua hay muchas formas de morir: por criaturas con ventaja en ese medio, el límite de oxígeno o por la falta de visión. Y esas amenazas aumentan cuando se abusa del recurso y los niveles se hacen eternos.
Peor ofensor: Sonic
Fosas sin fondo
En los juegos los desarrolladores se aprovechan del miedo a lo desconocido. Y nada más desconocido que unas buenas fosas sin fondo que deparan un gran Game Over para el jugador.
Peor ofensor: Mega Man
Nivelar
Hay juegos en los cuales es mayor la cantidad de tiempo que hay que nivelar (entrenar las habilidades del personaje) en una misma pantalla para pasar de nivel que el tiempo real de la historia. Esos juegos son muy molestos.