Jericó, el león que se transformó en el jefe de la manada de Cecil luego de que este fuera abatido ilegalmente, murió este sábado a tiros, según informó el presidente de Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, por sus siglas en inglés), Jhonny Rodriguez, al diario El Mundo de España.
Sin embargo, un investigador de Brent Stapelkamp del Parque Natural Hwange, donde vive Jericó, contradijo esa versión en declaraciones a la agencia Reuters. "Por lo que yo puedo decir, está vivo y bien", dijo Stapelkamp, que está monitoreando al león a mediante una etiqueta con GPS.
Este sábado se cumple un mes de la cacería ilegal que dio muerte a Cecil, el león más famoso de África. Su hermano, Jericó, tomó su puesto como macho alfa de la manada y, según expertos, mataría a los cachorros de Cecil para colocar su propia prole con la hembras de la manda.
Finalmente, Jericó "adoptó y protegió" a los hijos de Cecil, informó ZCTF. Rodrigues dijo que la organización está "desolada" por esta nueva muerte y que existe preocupación por la sobrevivencia de la manada ya que Jericó no contaba con otro león que pudiera suplantarlo en el liderazgo de la manada.
La muerte de Cecil a manos del dentista residente en Minesota Walter Walter Palmer ha desatado una oleada de críticas en EE.UU. Internet y las redes sociales se han llenado de comentarios sobre lo ocurrido y varios ciudadanos han acudido a protestar a la clínica de Palmer, que lleva cerrada varios días.
En un comunicado, Palmer afirmó que actuó convencido de que la cacería en la que participó era legal y que contaba con "todos los permisos" necesarios. "Que yo sepa, todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente gestionado", añadió.
Palmer subrayó también que "no tenía ni idea" de que Cecil fuera el león más famoso de Zimbabue y que se basó en la "experiencia" de los guías profesionales locales para garantizar una "cacería legal".
Según ZCTF, Palmer participó el pasado 6 de julio en una cacería nocturna en el Parque Nacional de Hwange, en el oeste del país.
El león Cecil, de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no sería ilegal cazarlo.
"Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero este disparo no lo mató. Lo rastrearon hasta que lo volvieron a encontrar, 40 horas más tarde, y le volvieron a disparar con un arma", explicó el presidente de la ZCTF.
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